Todas o la mayoría de las mujeres esperamos recibir alguna vez en nuestra vida regalos especiales de parte de la persona que amamos.
Entre la gran variedad de obsequios, las joyas son un detalle que simplemente soñamos recibir porque como bien decía la aclamada Marilyn:
“Los diamantes son los mejores amigos de las mujeres”.
Aunque la realidad es que no necesitamos miles de diamantes para ser felices, en realidad solo necesitamos uno: El anillo de compromiso.
Tan importante es recibirlo que muchas veces hemos imaginado e idealizado como sería el momento en el que nos lo dan, pero sobre todo como se vería en nuestro dedo.
Sin embargo, la realidad puede presentarnos un panorama distinto a lo que soñamos y peor aún, recibir un anillo de compromiso que no sea de nuestro gusto.
Pero ¿qué hago si el anillo de compromiso no me gusta?
Lo primero es analizar por qué no nos gusta, quizás no es lo que soñamos, pero eso no significa que sea feo.
Preguntarle a nuestro prometido porque eligió dicho anillo; conocer las razones podría hacernos cambiar de parecer.
Pide la opinión de personas cercanas que te conocen y saben que si y que no te gusta, quizás ellas puede hacerte ver que el anillo no es lo que esperabas, pero que si va contigo.
Prueba combinándolo con otras joyas, es decir, decorándolo con otro u otros anillos o quizás con alguna pulsera que haga juego con él.
Medidas “drásticas”
Si a pesar de todo lo anterior sigues sin sentirte en paz, entonces de la forma más amable y calmada, habla con tu pareja para remediarlo.
Podrían modificar el tamaño de la piedra del anillo, incluso el modelo, agregándole o quitándole piedras.
De igual modo, intentar cambiarlo por uno que sea del agrado de ambos. Esto sería realmente extremo, pero platicándolo podría ser una alternativa.
Recuerda que el anillo de compromiso, es la joya que llevarás por mucho años y que además, es el obsequio que tu pareja te da teniendo en mente que eres la mujer ideal para compartir su vida.
Detrás de esta decisión debe haber un enorme amor y por supuesto, un conocimiento de tus gustos y personalidad, ya que el anillo de compromiso debe reflejar a la novia.