“El que persevera alcanza” o “no saber darse por vencido”, son frases que en ocasiones se utilizan para hacer alusión al amor. Nos han vendido la idea de que, por el hecho de estar detrás de una persona, sin importar las adversidades, es sinónimo de que se trata de un “amor verdadero”.
Sin embargo, debemos aprender a diferenciar cuando se trata de amor, y cuando esto se ha convertido en acoso o peor aún, en obsesión.
Según las encuestas del INEGI (2011), 8 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de acoso, por ello es importante saber cuándo poner un límite pues de no hacerlo se podría tener consecuencias peores.
Aquí algunas diferencias que podrían ayudarte a saber y diferenciar las distintas situaciones:
CORTEJO
– Cuando estas siendo cortejada, él debe respetar tus decisiones; por ejemplo, si han quedado en ir al cine, pero ya no quieres y prefieres ir por un café porque te sentirás más cómoda, él debe respetarlo, ya que quiere que tú te sientas bien.
– Un cumplido siempre cae bien; pero éste debe ser de la forma más respetuosa y por supuesto alejado del ámbito sexual y sin connotación sexista. Tal vez haciendo un cumplido del color o la forma de tus ojos, es muy aceptable.
– Preguntar es la mejor forma. Aunque parezca un poco “tonto”, una persona que te quiere, busca que estés bien y te sientas cómoda. Así que si él te pregunta si puede tomarte la mano es un signo de respeto, no de “antigüedad”.
– Tus tiempos deben dictar el ritmo con el que él debe actuar. Cuando salimos con alguien podemos ir o muy rápido o muy lento, pero está en nosotras elegirlo y él debe seguir ese ritmo para poder actuar de la mejor forma.
– Cuando dices ¡NO! Es más que claro que cuando te han dicho que no es porque la otra persona no quiere, no siente lo mismo o no puedo y esto tiene que comprenderse y aceptarse. No hay un “no” disfrazado de un sí.
– Se da cuenta de las señales de rechazo. Puede ser muy lindo, muy dulce y muy respetuoso pero sabe cuándo no es correspondido y que más vale quedar como amigos a seguir insistiendo para nada.
ACOSO
– No respeta tus decisiones. Si tú has dicho que no quieres ir con él, esto parece no comprenderlo e insiste a tal grado que te sientes harta y para que deje de fastidiarte aceptas o peor aún te obliga con chantajes.
– Casi siempre tiene un doble sentido lo que te dice o en alguna conversación termina haciendo alusión a una parte de tu cuerpo, en la cual destaca su grande o pronunciado tamaño, que resulta ser evidente.
– En ocasiones se pasa de confianzudo; no mide la cercanía con la que está contigo, a veces roza sus manos sobre brazos o piernas, te toca la cintura o espalda y trata de tomarte la mano.
– El actúa sin importarle si tú estás lista para dar el siguiente paso. Por ejemplo te gusta pero a penas lo estás conociendo y crees que necesitas saber un poco más de él, sin embargo él ya quiere que sean novios.
– Es insistente y no le importa si te incomoda o te hace sentir mal, pues lo único en lo que está pensando es en él y en sus emociones y sentimientos, dejando a un lado lo que puedas sentir tú.
– No entiende que es no y su forma de actuar se puede tornar violenta, cansada y hasta frustrante. Si le has dicho que no quieres una relación con él, esa persona sólo se le ocurre insistir y no dejarte en paz, pues piensa que de esta manera terminarás cambiando de parecer. Y lo más triste es que en ocasiones suele suceder.
Lo importante es que tú te des cuenta de ciertas actitudes y comportamientos que tiene contigo y hacía los suyos para que poco a poco vayas identificando si esa persona realmente tiene buenas intenciones contigo y si se trata de gusto y amor o de acoso u obsesión, por ello debes darte tu tiempo y no justificar sus acciones ni mucho menos dejarte engañar con palabras bonitas.