¿Cuál consideras que sea el atractivo principal en una persona?
Al responder esta pregunta muchos hablan acerca de tener un cuerpo de envidia, usar lencería sensual, que sea una persona trabajadora, carismática, excelente amante… Pero todos olvidan que hay una cualidad indispensable y que sin ella todas las mencionadas anteriormente no pueden existir: el autoestima alta.
Es lo que nos permite desempeñarnos de la mejor manera en todas las facetas de nuestra vida. Para quien está acostumbrado a ver más allá de las cualidades físicas, el autoestima alta, se convierte en el atractivo principal al momento de echar a andar la pasión.
¿Cómo afecta el autoestima?
El tener baja autoestima puede ser causante de muchos problemas relacionados con nuestra vida y satisfacción sexual. De hecho, un estudio realizado en la Universidad Johns Hopkings University (EE.UU.), señala que existen tres aspectos de la personalidad que están altamente relacionados al nivel de satisfacción sexual: la autonomía, la autoestima y la empatía.
Solemos invertir la mayoría de nuestros esfuerzos en tratar de agradar a nuestra pareja -o potencial pareja- que olvidamos que lo más importante es erotizarnos a nosotros mismos.
La autoestima, es la manera en la que nos percibimos a nosotros mismos y a nuestras habilidades, capacidades y potencial. El amor por nosotros mismos es lo más útil que tenemos para llevar a cabo nuestra sexualidad.
La presión sobre la percepción corporal siempre ha sido muy grande en nosotras, ya que se nos ha vendido la idea de que los hombres se excitan de manera visual.
Los expertos, creen que entre los ingredientes del sex appeal, solo una pequeña proporción reside en la apariencia, seguido de la mente y en mayor porcentaje, de la personalidad y el carisma.
El estar segura de sí misma, una buena actitud y una postura relajada frente a lo que pasa a su alrededor, son lo que hace atractiva a una persona. En resumen: tener una excelente autoestima.
El problema que genera la baja autoestima
Las personas con una baja autoestima son extremadamente vulnerables, se sienten indefensas y buscan la seguridad en otros, lo que crea una dependencia emocional que puede llevar a relaciones tóxicas.
El estar más pendiente en su propio disfrute, comunicar sus emociones, lo que les agrada o no, lo hacen a medias con el afán de evitar conflictos. Esto puede ser muy contraproducente al momento de alcanzar un orgasmo, ya que no se disfrutará en ningun momento.
El amor propio nos ayuda a reconocer nuestras virtudes y nuestra capacidad para sobreponernos a las situaciones adversas. De esta forma encontramos el equilibrio entre nuestras necesidades y las de los demás, además de no depender de los criterios ajenos.
Incluso la autoestima alta hace a las personas más espontáneas. Y eso, en las relaciones de pareja -y obviamente, en la intimidad- se agradece, y mucho.