Uno de los momentos más esperados de la Semana de la Moda en París es la propuesta del diseñador Olivier Rousteing para Balmain, firma de la que es director creativo desde hace algunos años. Y con justa razón, ya que Rousteing le ha devuelto a la firma ese prestigio y encanto que había perdido antes de que entrara al mando.
Al igual que sucede con diseñadores como Donatella Versace -y con Vaccarello-, la inspiración de Olivier Rousteing se centra en la figura femenina -¿cómo no hacerlo cuando su musa es Kim Kardashian?-.
En sus colecciones, la piel juega un papel incluso más importante que la misma prenda, sin necesidad de mostrar desnudez o vulgaridad, ya que los diseños son hechos estratégicamente para que quien los lleve, enseñe lo suficiente como para sentirse sensual.
Pareciera que la colección lleva como lema: “Acaparar miradas es el fuerte inerte de la mujer Balmain” ya que conforme avanzaba el desfile, las piezas que lo conformaban se volvían cada vez más llamativas.
Balmain definitivamente es para la mujer que definitivamente disfruta de llamar la atención gracias a su seguridad y extrema confianza y, ¿por qué no? a su belleza. Esta colección es prueba de ello y seguramente se convertirá en una de las más imitadas por las firmas low cost.
