La mayoría de las mujeres tenemos la mala costumbre de predisponernos o adelantarnos a una situación basada en la experiencia de otras mujeres. Un ejemplo de esto sería cuando conocemos a nuestra suegra, a quién ni hemos tratado y ya sentimos que no toleramos.
Por supuesto, algunas suegras se han ganado la mala fama pero debemos tener en cuenta que son las madres de nuestros novios o esposos, y que por ese simple hecho tendremos que convivir con ellas.
Además debes saber que no todas son iguales y que no necesariamente tienes porque llevarte mal con ella, por el contrario, lo más inteligente y adecuado es que sepas establecer una relación -sino de amistad- de cordialidad, en la cual no tengas problemas con ella y ni tampoco provoques que tu pareja tenga que elegir entre ella o tú.
Para que puedas relacionarte de mejor forma con tu suegra aquí te damos algunos consejos que pueden ser de gran ayuda y que te podrían ayudar a tener una mejor relación o cuando menos una trato cordial con tu suegra.
Sé prudente: Muchas veces los “celos” de tu suegra son porque ahora tú eres la mujer que ocupa el corazón y tiempo de su hijo, sin embargo, tanto ella como tú, deben tener presente que son cariños distintos y que ninguno es más grande o importante que el otro.
Además ella estuvo antes que tú, por lo cual debes de ser prudente y paciente para tratar de entender sus “celos”. Recuerda que ella quiere lo mejor para su hijo por ello tú debes demostrarle que lo eres o cuando menos demostrarte a ti lo capaz que eres para tolerarla.
Sé respetuosa: Quizás esto sea una de las cosas más difíciles debido a que es probable que no sea recíproco, pero como mencionamos en el punto anterior más vale ser prudente.
No hay nada mejor forma para llevar “la fiesta en paz” con tu suegra que ser respetuosa, así que por más difícil que sea, intenta y resiste guardar la compostura. Además es lo correcto y lo creas o no tu pareja lo agradecerá.
Limita las palabras: Muchas veces nosotras somos las culpables de que las suegras nos traten mal, ya que hablamos pestes de su hijo y creemos que ellas nos darán la razón pero recuerda ¡Es su hijo!
Además tanto nosotras como nuestra pareja tenemos el mal hábito de contarle a nuestra madre algunos de nuestros problemas o discusiones, por lo cual vamos creándole una imagen equivoca de nuestra pareja y todo porque el enojo o la rabia hablaron por nosotras.
No es tu competencia: Tanto su madre como nosotras llegamos a creer que se trata de una competencia y que el premio es que tu pareja te elija a ti y se aleje de su madre ¡Basta!
Como mencionamos anteriormente tienes que entender que ella estuvo antes que tú y que ambas son necesarias en la vida de tu pareja. Otra cosa también muy importante deja de comparar lo que haces por tu pareja o de recalcar los “sacrificios” que has hecho, esto solo te deja peor.
Trata de entenderla: Algo muy difícil, sin embargo, como madre tiene cierto recelo con todo lo que cree que hará que su hijo “se aleje, la deje de querer o lo cambie”. Por supuesto, que es una realidad que todo ese cambio se dará puesto que estar en una relación es sinónimo de cambio, es algo natural y de lo cual no tienes la culpa, por ello lo mejor es mantener la “guardia baja” e intentar comprenderla.
A veces las madres son un tanto egoístas y el tener que compartir a su hijo contigo es un cambio que puede costarles, trata de entenderla.