Los hombres odian algunas cosas que suceden en la intimidad y, muchas veces -y por sorprendente que resulte- tratan de ocultar y mantener en secreto para no generar descontento, problemas o incomodidad. Estas son algunas:
Tener que mantener la erección:
Sucede en muchas ocasiones y por muchos aspectos (el cansancio, la falta de libido o cambiar de una posición a otra, pasar del jugueteo previo a la acción o incluso la simple necesidad de orinar) a veces puede resultar difícil mantener o recuperar la erección, por lo que un poco de paciencia y una ayudadita extra siempre se agradece.
El momento de desvestirse -y desvestirte-:
Muchos hombres sienten que tienen la obligación de desvestir a su pareja durante el encuentro -a nosotras nos encanta-, pero solo date cuenta:
Desabotonar la blusa, quitar el bra -esto les puede llevar mucho tiempo-, la falda o pantalón, las panties y después… Tener que desvestirse él incluyendo quitarse los zapatos y los calcetines -porque son matapasiones por excelencia- puede llevarle mucho más tiempo del que deberían aprovechar y por consiguiente, causarle un poquito de lata en relación con el punto anterior.
Orinar con una erección:
A todos les ha pasado al menos una vez, ya sea antes, durante o después del sexo. Esto puede ser incómodo e incluso doloroso sobre todo si ya llegaron al gran O.
A muchos hombres se les dificulta y a esto súmale el desastre que harán en el baño si fallan su puntería y que terminará molestándonos.
Encontrar el momento exacto para hacer -o pedir- las cosas:
Sucede y más a menudo de lo que te imaginas. A veces ellos ya desean pasar a otras cosas y piensan dos veces -o más- antes de pedírtelo. Ya sea un blowjob, utilizar los dedos, cambiar de posición o hacerte sexo oral.
Uno de los motivos por los cuales lo hacen, es para evitar hacerte sentir incómoda, así que por esa parte podemos ayudarlo con un poco más de iniciativa.
No disfrutar el encuentro -o que tú no lo hagas-:
Uno de los temores más grandes de los hombres en la cama, en donde influye la presión las enormes expectativas y por supuesto, el que hecho de que si él no disfruta, tú tampoco lo harás.
Pero hay más aspectos que influyen en esta parte, algunos son: las creencias respecto al tamaño del pene, la duración, su comportamiento durante el encuentro, su físico, lograr que llegues al orgasmo, tu nivel de excitación…