Al tener relaciones sexuales muchas cosas pueden pasar con nuestro cuerpo, algunas de ellas pueden ser muy notorias y obvias, pero algunas más pueden transformarnos, es decir, lograr que nos sintamos más cómodas para disfrutar más de este momento y poder estar más relajadas.
Todo es sexy:
Estudios han revelado que las mujeres tienen la capacidad de excitarse con una gama más amplia de situaciones, mientras que la excitación de los hombres es más reducida, por ello al momento de tener relaciones, las mujeres podemos desinhibirnos con más seguridad, sacando nuestro lado más seductor y juguetón.
Te olvidas del “asco”:
Según un estudio publicado en la revista PLOS One, cuando estás excitada, es menos probable que veas las cosas “asquerosas” (sudor, olores, saliva), como algo desagradable, por el contrario, estos factores juegan a favor de una mayor excitación.
Tu cerebro se activa:
Investigadores de la Universidad de Rutgers encontraron que diferentes regiones del cerebro se activan en respuesta a la estimulación de la vagina, el cuello uterino, el clítoris y los pezones. Y como tu mente es crucial para la excitación, la estimulación de varias de estas áreas a la vez, puede “alocar” tu mente.
Se presenta un aumento de tamaño considerable:
Al momento de la penetración, la vagina se extiende alrededor de cinco pulgadas, a medida que te excitas, tu útero también puede llegar a dilatarse un poco más, haciendo más espacio para evitar lesiones o molestias y que todo se “acomode” correctamente.
En cuanto a los senos debido a un aumento en el flujo de sangre en esa zona, los pezones se ponen erectos y dan una apariencia más grande. Algunas mujeres debido a la excitación se les hinchan los senos, provocando un aumento considerablemente de tamaño.
El dolor puede ausentarse:
Según un estudio publicado en el Journal of Sex Research, tu umbral del dolor puede aumentar significativamente durante la excitación. Por ello cosas como mordisquear, arañar, golpear, nalguear o tirar del pelo, no lastiman tanto.
Sin embargo, esto puede no ser tan bueno, ya que han habido parejas que se han hecho daño, y no se dieron cuenta sino hasta después del sexo.
Tu vejiga está en espera:
Cuando tienes un orgasmo, tu cuerpo libera un hormona antidiurética, que puede ser la causa del porqué no puedes orinar justo después de tener sexo, aunque los expertos aconsejan ir después de tener sexo para ayudar a prevenir infecciones urinarias.