Fue una semana difícil para los habitantes de Estados Unidos. Fuera de las expectativas, Donald Trump fue electo presidente y tomará el poder el próximo 20 de enero.
Como es costumbre, después del recuento de votos y el anuncio oficial, se realizó una reunión entre el presidente actual y el electo, así como el de la Primera Dama en funciones con la futura Primera Dama: Michelle Obama y Melania Trump.
Hubieron muchísimos aspectos de los que se hablaron en esta reunión, principalmente el código de vestimenta: como te habíamos platicado, Michelle eligió un vestido morado y naranja que hace alusión al color que vistió Hillary al momento de dar su discurso de derrota –y que tiene claras connotaciones feministas-.
Por su parte, Melania optó por un estilo sobrio, pero acertado: un vestido negro y unos zapatos Louboutin, que sin duda, fueron una muestra del refinamiento que ha experimentado durante la campaña presidencial de su marido.
Este encuentro le sirvió a Michelle para darle un paseo privado por la Casa Blanca: por la residencia privada, el balcón de Truman, la zona de recepciones oficiales y el Despacho Oval, tal como lo informó Josh Earnest, portavoz oficial de la residencia.
“La reunión fue un gesto de hospitalidad. Michelle Obama ha explicado en público el estrés de mudarse a un lugar nuevo, de vivir en una pecera, en un museo, y estoy seguro de que Melania Trump está sintiendo parte de esa misma ansiedad”, indicó Earnest.
Por su parte, Donald Trump tomó su cuenta de Twitter para hablar al respecto: “Un fantástico día en Washington. Me he reunido con el presidente Obama por primera vez. Una muy buena reunión, gran química. ¡A Melania le ha gustado mucho la señora Obama!”
Melania Trump, será una primera dama –inmerecidamente- atípica, además de ser la segunda nacida fuera de los Estados Unidos y una de las pocas exmodelos que se espera desarrolle un papel activo durante la presidencia de su esposo.
