Si hay algo que no nos queda duda después de ver el filme de Sofia Coppola, es que María Antonieta fue la reina más excéntrica y derrochadora del siglo XVIII y es gracias a eso que hasta ahora sigue siendo uno de los más fascinantes referentes de la moda y belleza.
Por eso mismo, es de esperarse que su rutina de belleza fuese una de las mayores excentricidades de su época -y hasta ahora- ya que además de lujosa y complicada, ocupaba gran parte de su tiempo. ¿Te atreves a seguirla?
Durante el baño:
La reina tomaba una ducha caliente a base de salvado de arroz y hierbas, además de un exfoliante para todo el cuerpo sin olvidar alguna parte.
Después utilizaba una barra de jabón perfumado, para intensificar la limpieza y proporcionar buen olor, terminando esto, estaba lista para la hidratación con aceite de almendras, ya que este intensifica su proceso.
Su aroma:
Sus fragancias esenciales eran las florales, ya que mantenía a raya los malos olores en ese entonces.
Además, llenaba su habitación de flores para mantener los aromas, ya que le gustaba tener un buen olor en su cuerpo.
Cuidado de la piel:
Para el cuidado de la piel, la reina básicamente usaba un limpiador, tónico, agua floral y crema blanqueadora que se aplicaba durante las noches.
También, se aplicaba en las manos un poco de cera, aceite de almendras y agua de rosas, después se ponía unos guantes y dormía así, ya que esto le ayudaba a darle extra suavidad a tus manos.
Maquillaje:
Maria Antonieta se aseguraba de que sus rasgos fueran visibles en habitaciones poco iluminadas, por lo que utilizaba bases bastante pálidas y rubores intensos en tonos rosas y rojos para adornar sus mejillas.
En sus ojos utilizaba tonalidades pastel, pero lo más importante era resaltar su mirada, por lo que un iluminador era esencial.
Al final, se roceaba en el rostro un poco de agua de rosas. Sin embargo, de vez en cuando descansaba del maquillaje y solo aplicaba un poco de este en lugares estratégicos.
Alimentación:
Aunque derrochaba en banquetes, la reina mantenía una alimentación bastante saludable y lo más natural posible, además le gustaba mantenerse hidratada bebiendo la cantidad suficiente de agua.
Otros -y no tan recomendables- cuidados:
Debido a su obsesión con la belleza, sus excentricidades iban más allá. Tenía el extraño hábito de aplicarse cebolla alrededor de los ojos para que estos se vieran más iluminados y bebía un tónico con estractos de oro para mantenerse joven.
Además su ritual de baño lo repetía más de una vez al día, para evitar algún daño en su piel.
Ahora que ya sabes como la reina María Antonieta mantenía si belleza y los truquitos que usaba para cuidarse ¿te atreverías a realizar su rutina? O tú ¿ya cuentas con una rutina igual de excéntrica?…