Hay algo que nos han regalado -si se puede llamar así- esta semana y son una gran variedad de temas para reflexionar sobre nuestro papel en la sociedad: el caso Brangelina y el supuesto karma que destruyó su relación, la historia de la mal llamada #LadyCoralina y el ataque a Gigi Hadid.
¿Ataque? ¿Acoso? Cualquiera de los dos términos es correcto. A su salida del desfile de Max Mara en la Semana de la Moda de Milán, cuando se dirigía con su hermana Bella al auto que las llevaría hasta su hotel y en medio de un tumulto de periodistas y admiradores que esperaban fotografiarlas, un hombre la alcanzó por detrás, le rodeó la cintura y la levantó con la intención de dar unos cuantos pasos con la modelo en sus brazos.
¿El motivo? “Protestar” por el hecho que la industria de la moda se concentre en Gigi y Kendall Jenner en lugar de valorar el trabajo de las modelos que “sí se esfuerzan”. Esta acción desató la ira de Gigi quien al momento del ataque, golpeó e insultó a su atacante quien salió corriendo antes de que la modelo fuese tras él.
“Una furiosa Gigi Hadid arremete contra un hombre que trata de levantarla”, “Un comportamiento para nada modélico: Gigi Hadid arremete agresivamente y le pega a codazos en la cara a un fan después de que éste trate de levantarla”, “La super modelo enojada que golpeó a un desconocido antes de que este corra a su auto”. Estos fueron algunos encabezados que utilizaron algunos medios para dar a conocer la noticia, ¿Fue el modo correcto? Definitivamente no. ¿Por qué?
Porque Gigi no es la culpable del altercado ni mucho menos salió con ganas de golpear hombres después del desfile de Max Mara. Gigi únicamente estaba terminando una jornada de trabajo y un hombre a modo de “protesta” se sintió con todo el derecho de tocarla y hacer con ella -o intentarlo- todo lo que se le plazca en aquel momento, o al menos lo que la multitud le permitiera.
Hubo quien se atrevió a comentar: “Es como cuando se culpa a una mujer por el acoso callejero que recibe, ¿desde cuándo una mujer se viste o se comporta de tal manera para ser acosada?”. Y tiene toda la razón, vivimos en una sociedad en la que se tiende a culpabilizar a las mujeres por las situaciones a las que nos enfrentamos, y más si nos defendemos.
Todo tiene un límite y eso lo decidimos nosotras. Y si el límite es rebasado, obviamente tenemos que reaccionar. Tal como dijo Gigi en su cuenta de Twitter: “Soy un SER HUMANO y tenía TODO EL DERECHO de defenderme. ¿Cómo se piensa ese idiota que tiene el derecho a zarandear a una completa desconocida. Eso sí, luego corría rápido.”
Al dar a conocer la identidad del atacante, un serbio llamado Vitalii Sediuk conocido por jugarles bromas a celebridades como Will Smith o Bradley Cooper, la situación no mejoró: “La modelo Gigi Hadid fue levantada por un bromista en la semana de la moda de Milpan”, “Gigi Hadid pelea con un bromista en serie después de ser enganchada en Milán”, “Vacilada: Era un bromista de famosos quien zarandeó a la modelo Gigi Hadid en Milán”.
¿De verdad los medios van a seguir justificando el ataque por tratarse de “un bromista”? ¿Dónde queda el derecho y la integridad de Gigi? Lo más lamentable es que muchos reproducirán esta idea en su cabeza y, cuando se enfrenten a determinada situación, nosotras seguiremos siendo las culpables.
