Seguramente has escuchado hablar del condón femenino en tu consulta con el ginecólogo o en una plática con tus amigas. Sin embargo, continúa siendo un tema tabú a pesar de llevar un tiempo en el mercado y de su efectividad.
Lo primero que debes saber sobre el condón femenino es que este es un anticonceptivo no hormonal que en lugar de colocarse en el pene, se inserta dentro de la vagina, por lo que no genera alteración alguna en nuestro ciclo hormonal.
A continuación te platicamos toda la información necesaria sobre este producto que es efectivo no solo para prevenir embarazos, sino también para evitar contraer alguna ITS.
No necesita receta:
Aunque su distribución comercial es menor a la del condón masculino, este lo puedes encontrar en farmacias o supermercados. A diferencia de otros métodos anticonceptivos –como las pílodras- no necesitas receta para adquirirlo.
La única desventaja es su precio, que es un poco elevado. Sin embargo, también puedes pedirlo en tu centro de salud.
Es tanto interno como externo:
Suena complicado pero no lo es. La parte interna es similar al condón masculino, solo que más grande y contiene un anillo en cada extremo.
El anillo interior está hecho de poliuretano y ayuda a que este se mantenga dentro de la vagina. El externo permanece fuera y su función es cubrir la vulva. Este está diseñado para dar una mejor sensación y no hay problema alguno con el tamaño del pene de tu pareja.
Proporciona mayor protección contra herpes y VPH:
Debido a que reduce el contacto piel a piel, ya que la parte externa cubre la vulva.
No contienen látex:
El condón femenino es un enorme beneficio para las personas alérgicas al látex. Está hecho de nitrilo mismo que se usa para los guantes quirúrgicos.
Además ese material es mucho más resistente y no interviene con la sensación durante el sexo, además transfiere mejor el calor, lo que lo hace sentir más natural.
Es efectivo para evitar embarazos:
Los condones masculinos tienen un 98% de efectividad si se usan correctamente, mientras que el femenino tiene un 95%, por lo que proporcionalmente la tasa de fracaso es la misma.
Está prelubricado:
Al igual que el condón masculino, el femenino también viene prelubricado con lubricante a base de silicona y a diferencia del látex, este puede utilizarse con lubricantes a base de aceite.
Recomendaciones
Practicar antes de usarlo por primera vez:
Debido a que requiere mayor cuidado al momento de colocarlo, te recomendamos practicar antes de comenzar a utilizarlo durante las relaciones sexuales.
Se te facilitará mucho si has usado una copa menstrual, ya que el modo de insertarla es similar a la del condón femenino.
Al inicio de la penetración, debe sostenerse el anillo externo:
Tranquila, es solo durante la primera. Esto es para evitar que no entre accidentalmente a la vagina, además sirve para asegurar que este colocado correctamente y para que este cómodo para ambos.
Si en algún momento queda adentro es fácil retirarlo, solo no es recomendable volver a utilizarlo, lo adecuado es abrir uno nuevo.
No depende de la erección:
Para colocarlo, puedes hacerlo desde el jugueteo previo y sin que el pene de tu pareja esté erecto, incluso puede colocarse antes del sexo y ayudará a que tu pareja no sienta tanta presión por el uso de este preservativo.
También se puede utilizar para el sexo oral:
Obviamente en el caso boca-vulva con el fin de prevenir infecciones de transmisión sexual.