¿Cómo saber si necesitas cambiar de ambiente laboral?

A veces, el ambiente laboral suele ser un poco difícil y es completamente normal que de vez en cuando surjan algunos conflictos que te hagan pensar que es el mejor momento de partir. Esto sucede hasta en las mejores empresas, sin embargo, hay que aprender a diferenciar entre problemas ocasionales y un ambiente tóxico.

Si los momentos negativos son más que los positivos, o te la pasas pensando lo feliz que serías si estuvieses trabajando en cualquier otra empresa, tal vez sea el mejor momento de renunciar y tratar de realizarte laboralmente en otro lugar.

¿Cómo saber si este es tu caso? Con las siguientes señales, podrás identificar si es momento de decir adiós o restablecer tu vida en cuanto al ámbito laboral.

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Te desconectas de tu vida personal:

El trabajo es parte de nuestras vidas, sin embargo no lo es todo. Si este te impide pasar tiempo en casa, con familia y amigos, comer saludable o realizar otras actividades que no sean dormir, es señal de que hay un problema.

El chiste es que entre el trabajo y tu vida personal exista un balance, y de no ser así, tu rendimiento en este fallará por completo.

Odias los inicios de jornada:

Tal vez sea el menor de los problemas. En tu tiempo libre te sientes de maravilla, pero al pensar en todo lo que te espera al regresar al trabajo te da una sensación de infelicidad o frustración.

No tomas tu empleo con mucha seriedad:

El disfrutar de tu trabajo hace que des el máximo en todas las actividades que realizas y des buenos resultados. Pero un desempeño mediocre con resultados regulares o malos son señales de que no te encuentras a gusto.

No tienes oportunidad de crecer:

Si estás en una empresa en la que no tienes ninguna oportunidad de subir de puesto, recibir un aumento, una buena recomendación o reconocimiento, entonces ese lugar no es para ti, ya que no puede satisfacer tu deseo de éxito.

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No hay un ambiente sano:

El llevar una buena relación con tus compañeros de trabajo es indispensable para cualquier persona, el problema viene cuando tienes problemas graves con alguno o si tu jefe demerita tu trabajo o le resta importancia a tus opiniones.

Los regaños o humillaciones, incertidumbres, incumplimiento de compromisos y horarios extensos pueden generar ansiedad y estrés dentro de un ambiente laboral.

Hablas negativamente de tu trabajo:

Ya sea con familiares o amigos, si fuera del trabajo lo único que tienes que decir son quejas respecto al trato o la forma de trabajar, es hora de comenzar a enviar tu currículum a otras empresas. El estar inconforme con lo que haces puede derivar en estrés crónico, hambre emocional o incluso depresión.

Tus compañeros siempre tienen algún padecimiento:

Bueno, en realidad no nos referimos del todo a alguna enfermedad contagiosa que se pueda incubar en la oficina, más bien, al estrés, mal humor y otros aspectos negativos de la personalidad de tus compañeros que pueden terminar siendo contagiosos –y más letales que la gripa-.