Problemas a los que nos enfrentamos y que ¡ellos deben entender!

Para que los hombres –ya sea nuestra pareja, padre, hermanos y amigos- puedan sentir cierta empatía por nosotras, es necesario un cambio de mentalidad e infundir valores, pues al igual que ellos nuestro género debe ser respetado.

Se ha demostrado que el machismo no es un problema sólo de México y que en cada sitio se vive con una intensidad diferente. Debido a que nos enfrentamos a un mundo lleno de prejuicios y desventajas, debemos dejar la victimización y comenzar a demostrar que el cambio puede comenzar con nosotras mismas.

Por supuesto, no estamos hablando de que nos dediquemos al activismo en un 100 % -eso ya es cuestión de cada una-, más bien, se trata de que les hagamos notar aquellas situaciones a las que nos enfrentamos día a día que son igual de importantes como las suyas. Aquí algunas de ellas:

Encontrar la talla correcta de brasier: Somos muy pocas mujeres las que sabemos qué talla de brasier debemos usar. Se ha demostrado que el 80% de las mujeres no usa su talla correcta, lo que puede provocar daños a la salud.

Sin embargo, el elegir la talla incorrecta, puede ser una decisión pensada en ellos, es decir, elegimos tallas más grandes o chicas con tal de tener una apariencia distinta y “más atractiva” para los hombres. Por ello es necesario empezar a pensar en nuestra salud y comodidad y no en si le gusta a nuestra pareja.

La menstruación: Aproximadamente cada 28 días sufrimos la incomodidad de la menstruación. En estos días dormimos de lado para evitar cualquier “accidente” nocturno, realizamos cientos de remedios caseros o tomamos fármacos contra el dolor que los cólicos causan, gastamos en toallas, tampones o debemos limpiar la copa menstrual cada determinado tiempo. Además de que tenemos que limitarnos a ciertas actividades para no sufrir percances.

En estos días, no pedimos que los hombres nos cumplan todo nuestros caprichos, pero sí que sean un poco más amables y que si tenemos algún “accidente”, comprendan que es algo natural y que no nos juzguen o burlen, ya que comúnmente estás son sus primeras reacciones.

Cambios hormonales: La menstruación, ser irregular a esta, el embarazo, la pubertad, la menopausia, todo esto puede provocarnos cambios hormonales y en consecuencia, emocionales. Un día somos capaces de sentirnos extremadamente felices y al instante, querer llorar sin ningún motivo en particular.

Nuevamente lo único que como mujeres esperamos es paciencia y compresión, ya que este tipo de cambios hormonales no es algo que podamos controlar o más bien, no es algo que nos enseñen a afrontar. Con el tiempo vamos aprendiendo y dependiendo de nuestro carácter vamos controlando de mejor forma nuestros impulsos.

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Llegar al “clímax”: Los orgasmos son una preocupación de la mayoría de las mujeres, en ocasiones no llegamos a sentirlos y esto puede ser un poco frustrante. Recordemos que en el acto sexual están implicadas dos personas y por consiguiente, el placer debe ser equitativo.

Por ello es importante hablar con nuestra pareja y expresarle lo que nos gusta, lo que no y lo que nos gustaría probar.

Los tacones: No exageramos, a pesar de que estilizan nuestra figura, utilizarlos nos provoca un cansancio extremo, hinchazón en los dedos e incluso ampollas que nos molestarán durante varios días.

La mayoría de las veces solo esperamos que cuando lucimos increíbles de pies a cabeza, sean amables y lo expresen. O en el peor de los casos, que no nos digan que solo nos quejamos, cuando realmente no saben lo doloroso que puede ser.

Infecciones vaginales: Mujeres de todas las edades pueden sufrir una infección vaginal sin importar que sean sexualmente activas o no, estas pueden darse por diferentes motivos como utilizar casi todo el tiempo ropa de licra, pantalones muy ajustados o hasta productos de limpieza personal.

Evitar los comentarios despectivos, críticas o prejuicios, podría ser la mejor postura que un hombre pueda tomar.

Diferencia de sueldos: O el llamado “Techo de cristal”. Este podría ser de los puntos más injustos pues muchas mujeres recibimos sueldos inferiores por el mismo trabajo que realiza un hombre. En la industria hollywoodense celebridades como: Robin Wright, Jennifer Lawrence y Amanda Seyfried se han encargado de denunciarlo.

Sin embargo, todos deberíamos tomar el ejemplo de estas celebridades ya que una mujer también puede ser el sustento de un hogar y tener tanto o más gastos que un hombre.

Acoso: Ya sea en el metro, la escuela, la calle, el trabajo, una fiesta, etc. Nunca estamos exentas de éste. Comenzar a tomar medidas en contra de este problema es el primer paso para erradicarlo.

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Micromachismos: Hay quien cree que por el hecho de ser mujeres no podemos conducir, saber cómo se juega al fútbol y mucho menos cambiar una llanta o incluso un foco. Todo esto no es cuestión de género sino de capacidades individuales y podemos ser igual de buenas que ellos, realizando este tipo de actividades.

Bien dicen: “Nunca subestimes a tu ‘oponente’ más débil”

Violencia de género: Ya sea en el ámbito familiar, de pareja o en un espacio público; muchas mujeres sufren este tipo de violencia, sin embargo un gran número decide callar, mientras que otras han denunciado y ayudado a generar consciencia.

Presión social: Que si debemos realizarnos profesionalmente, que si a pesar de no buscar hijos ni pareja debemos desearlos en algún punto de nuestra vida, que no está bien que no queramos casarnos… Todas esas ideas son de las cuales nos acumulan el cerebro, lo peor es que quieren decidir con nuestra vida y eso es lo peor que podrían intentar hacer.

Además siempre se nos está comparando las unas a las otras –e incluso entre nosotras mismas- en lugar de demostrar solidaridad, originalidad y decisión propia.

Estereotipos: Los programas de televisión, la publicidad y las revistas, se han encargado de inculcarnos esas “medidas perfectas” en las cuales nos han impedido poder amarnos tal cual somos.

Tanto hombres como mujeres no hemos entendido que nosotras somos las únicas que debemos decidir que talla y de qué forma queremos vernos.

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