Uno de los miedos más frecuentes que tenemos es subir de peso durante el verano y regresar de nuestras vacaciones con unos kilitos de más. Para evitar esto no hay nada mejor que cuidar nuestra alimentación, y por eso tenemos unos tips que debes tomar en cuenta. ¡Sigue leyendo!
Para la merienda
Los nutriólogos aconsejan realizar dos meriendas, una entre el desayuno y el almuerzo y otra entre el almuerzo y la cena. Esto es con el fin de frenar el hambre antes de cada una de las comidas principales. Para estas comidas puedes ingerir pepino, jícama, frutos secos o semillas, que ayudará a calmar el hambre e inducir a una saciedad.
Sobre las cenas
Disfrutar de una buena cena es uno de los grandes placeres que podemos darnos durante el verano. Si quieres hacerlo sin remordimientos, ten en cuenta dos cosas: almorzar ligero y antes de la cena tomar un jugo de piña o papaya sin azúcar, esto debido a sus propiedades diuréticas y digestivas.
Como plus, puedes apostar en tu menú alimentos como atún, salmón y verduras, ya que facilitan el tránsito intestinal y aumentan la eliminación de toxinas.
Pero, si comes más de la cuenta: Al día siguiente evita las calorías, también puedes disminuir las grasas de la comida u optar por platos mucho más ligeros. Incluso una ensalada es más que válida.
¡Come aceitunas! Estas pueden resultar muy nutritivas si se consumen como snacks, ya que contienen vitamina E y hasta un 70 % de ácido oleico, lo que ayuda a controlar el colesterol. Te recomendamos consumir 100 gramos durante la merienda.
Mucho, mucho marisco: Los mariscos y los pescados son ricos en Omega 3, por lo que ayudan a reducir la inflamación y favorecen a la digestión. Respecto a los mariscos, te recomendamos el pulpo, la langosta, almejas y camarones.
De vez en cuando, un smoothie de fresa: Los smothies son conocidos por su bajo aporte calórico y por las vitaminas que contienen, uno realizado con fresas hace que el organismo elimine las toxinas, también evita evitar la acumulación de líquidos.
Otras opciones son el smoothie de papaya -evita la celulitis-, naranja -acelera el metabolismo-, y la piña -efecto diurético-.
Evita el pan: Algunas personas utilizan el pan para acompañar sus comidas y suavizar algunos de los sabores de éstas. Tú puedes hacer algo más inteligente y sustituir éste por zanahorias, manzana o pera, según sea el caso y el tipo de alimento. Esto reduce la ingesta de calorías.
Sobre los postres:
Es imposible resistirse, por lo que nuestra recomendación es elegir helados de fruta natural sin leche, ya que estos contienen hasta un 5 % menos de grasa.
Otra opción es el chocolate amargo, pues funciona como antioxidante, fortalece el sistema inmune y reduce la inflamación.
Añade melón a tu dieta: Esta fruta tiene un 94,6 % de agua, además es rico en vitaminas C, B y A, reduce el apetito y únicamente contiene 43 calorías por cada 100 gramos.
En el verano se puede mantener el peso, pero debemos ser cuidadosos con lo que comemos, sobre todo con las porciones y elegir siempre más verduras y las frutas con gran cantidad de agua en nuestro plato. Aprovechar la gran variedad de mariscos y disminuir el consumo de comida procesada.