Lograr unos rizos perfectos es una tarea prácticamente imposible, ya que con el uso frecuente del cepillo aumenta el riesgo de que este se dañe y se quiebre, además no está en contacto directo con el cuero cabelludo, las glándulas sebáceas y, por consiguiente sus propiedades suavizantes.
El uso de los peines puede crear encrespamiento que se encarga de enredarla. Si este es tu caso, los siguientes tips te ayudarán bastante.
Durante la ducha
- Desenreda tu pelo cuando se encuentre mojado, ya que así mantiene su elasticidad. Hazlo con un peine normal de púas largas, pero no muy anchas, para que lo desenrede por completo.
- Durante la ducha, cuando te laves el pelo trabaja tu melena con los dedos desde la raíz hasta las puntas. Si gustas puedes aplicar una mascarilla específica para pelo rizado.
- Después del lavado, no frotes tu cabello con la toalla, ya que lo volverás a enredar. Mejor enrolla la toalla y presiona tu cabello con suavidad para retirarle la humedad.
Después de la ducha
- Una vez desenredado y aún húmedo, debes aplicar el producto que utilices, ya sea gel, espuma o agua de peinado y dejar secar al aire libre.
- Para el secado, es recomendable hacerlo siempre con difusor, pero sin tocar el cabello, por lo que lo ideal es aplicarlo a una distancia media.
- Cuando quieras controlar o peinar tus rizos, utiliza un rizador aplicándote antes un protector del calor.
- Por último improvisa un chongo en la parte superior de la cabeza mientras te terminas de arreglar y suéltalo cuando vayas a salir. Para reavivar el rizo solo tienes que rociar agua con un atomizador para reactivar el efecto de los productos aplicados.
