Actualmente, todos estamos pasando por una situación poco favorecedora en el ámbito económico. Tenemos deudas y cuentas que pagar, al parecer esta situación no tendrá una mejora pronto, por ello aprender a controlar nuestros gastos nos ayudará a estar más tranquilas.
Tener una economía equilibrada, es lo que necesitamos para evitar estrés y preocupaciones extras. Como lo importante no sólo se reduce a tener una cartera bonita; aquí te damos algunos consejos para que tengas tus finanzas más estables y que tu monedero no sólo se vea bien, sino que también se sienta bien.
1. Analiza tu situación:
¿Cómo ha cambiado tu vida en las últimas semanas o meses? ¿Ganas más? ¿Has tomado algún crédito? ¿Has realizado algún ajuste en tu presupuesto? Estas preguntas te ayudarán a darte cuenta de qué tanto cambiaron tus hábitos financieros y tu entorno en general.
También puedes pensar en qué hiciste hace un año y ver cuánto has cambiado; es una forma de darte cuenta si vas mejorando o por el contrario.
2. Gastos nuevos contra gastos viejos:
Adquirir nuevas deudas es fácil, pero no debes olvidar que si ya tienes bastantes gastos lo mejor será esperar. A veces nos justificamos diciendo que lo “súper necesitamos”, pero en realidad no es cierto.
Si ya te hiciste de un nuevo gasto, debes de tener en cuenta que toda deuda es prioridad.
Trata de no sumar más deudas y haz lo posible por eliminar los gastos viejos. En ocasiones tenemos un dinero extra, esa es tu oportunidad para disminuir tus deudas, así que no la desaproveches.
3. Objetivos: costo y tiempo:
El dinero es uno de los factores importantes para lograr nuestras metas; así mismo es bueno que tengas claro cuándo quieres lograrlas o cuánto necesitas para alcanzar tu objetivo.
Si empiezas a planear tu meta será más fácil intentar ahorrar, ya que tendrás una motivación que te mantendrá con ánimo y entusiasmo.
4. Tus metas:
Todos los días pregúntate lo siguiente: ¿Mis metas están esperando un milagro o son las que me impulsa todos los días?
Si tus metas están el olvido o no piensas en ellas ni una sola vez en el día, mejor cámbialas, quizás no eran lo que realmente querías o no es el momento indicado para cumplirlas.
No hay mejor incentivo para cambiar nuestra situación económica que una meta. Puedes empezar por pequeñas cosas.
Te sorprenderás cuando logres alcanzar sueños más grandes, y empieces a notar como esto de ahorrar para conseguir algo mejor, se vuelve un hábito.
Ten presente que de nada sirve tener una cartera de marca y que luzca bellísima si por dentro no tienes ni un peso o tienes el dinero justo para cada día. Lo mejor será lucir unas buenas finanzas y sentir un poco más de tranquilidad al tener cada día menos deudas.