La mayoría de las personas tenemos en claro los aspectos en los que debemos trabajar para construir una relación sólida.
Son muchísimos los errores que comentemos durante una relación, sin embargo, también existen muchos momentos más de felicidad para ambos.
La confianza, los detalles, la fidelidad, la lealtad, el respeto y por supuesto, el amor, son algunas de las claves para el éxito de una relación.
Pero, ¿cuáles son las actitudes que demuestran que no somos felices con nuestra pareja? Te presentamos las más comunes.
Desanimarla:
Cuando la preocupación y el interés es mutuo, nunca se intentará desilusionar a la pareja o incluso retenerla.
Animarse y apoyarse para conseguir sus objetivos es algo tan vital como el amor mutuo. Si reprimimos a nuestra pareja haremos que la relación se resienta a largo plazo.
Mortificarse:
El pensar “¿cuánto tiempo debo esperar para llamarlo o responderle?” no es válido si estás en una relación madura.
Lo ideal es llamarle o responderle cuando desees y evitar caer en la manipulación, ya que esto puede dañar completamente la relación.
Dudar de sus sentimientos:
Las personas que están en una relación feliz, sana y estable, saben lo que significan para cada una de las partes, gracias a la comunicación y al cariño que se tienen, por consiguiente las inseguridades de ambos se minimizan.
Dejar de intentarlo:
Es algo bastante sencillo, ya que a pesar de que la relación ya ha durado bastante, cuando se es feliz con alguien nunca se desaprovecha la oportunidad de demostrar lo que esa persona significa para ti.
Evadir los problemas:
Como dirían nuestras abuelas: “No todo es miel sobre hojuelas”. Trabajar como equipo para enfrentarse a los retos y problemas les hará crecer como persona y como pareja.
Los problemas no se solucionan olvidándose y si aún existe el interés mutuo, habrá la madurez suficiente para encontrar juntos una solución.
Esconder los sentimientos y pesares hará que la otra persona no sepa qué hacer para que las cosas mejoren.
Falta de confianza:
Esta es el ingrediente principal para una relación exitosa y quien la tiene no anda invadiendo la privacidad del otro.
Básicamente, la pareja puede platicarse todo sin el afán de ocultar algún detalle que pueda molestarle al otro.
Reprochar el pasado:
“Lo que no pasa en tu año, no te hace daño”. Todos tenemos un pasado con experiencias positivas y negativas que las parejas estables entienden.
En una relación feliz no es válido sacar este pasado a relucir como argumento en las discusiones o como motivo para pelear.
Estancar la relación:
Esto implica todos los aspectos de la relación tanto el sexual como el tiempo recreativo.
La intimidad se produce desde fuera, con gestos de cariño para que la persona sepa lo importante que es para su pareja, por lo que no hacerlo puede tener consecuencias catastróficas para la relación.
