Hemos escuchado que últimamente las dietas “detox” son lo máximo para bajar de peso, súper rápido pero este tipo de dietas pueden ser peligrosas, sobre todo si no fueron prescritas por algún especialista.
No hay mejor forma de bajar de peso y conseguir el cuerpo deseado que con ejercicio y una dieta balanceada. Cuidar lo que comemos, es el primer paso, sin embargo, también debemos poner atención a lo que bebemos.
El agua que tomas al día podría jugar un rol muy importante entre cumplir tu meta para bajar de peso o no.
Las maravillas que puede hacer por ti el agua, son varias y ahora te las platicamos. Verás cómo este líquido te ayudará más que cualquier dieta extrema o jugo “detox”.
• Acelera el metabolismo:
El agua acelera el periodo para quemar calorías; esto sucede porque cada vez que tengas que comer o beber, tu cuerpo debe trabajar (quemar calorías) para procesar lo que está llegando, por ello ingerir mínimo 2 litros al día es un buen paso hacía el peso deseado.
• Elimina antojos:
De seguro alguna vez te han dicho que lo que tenías no era hambre sino sed. Es más, la mayoría de las personas no saben identificar si lo que sienten es hambre o sed, pues ambas sensaciones son increíblemente parecidas.
Cada vez que sientas hambre toma un vaso de agua, si ese vacío en el estómago no se quita, es porque en verdad tienes hambre. Aunque al haber tomado agua estarás un poco más satisfecha y menos hambrienta, lo que te beneficiará al momento de comer.
• Al compararla resulta ser tu mejor opción:
Es común que siempre estemos comparando el agua con otras bebidas como el refresco el café, o incluso el alcohol, pero éstas tienen mayores consecuencias después de ingerirlas.
Por ejemplo, el alcohol deshidrata y el café puede provocarte “el bajón” después de una buena dosis, mientras que el agua solo te hidrata, refresca y satisface. Ahora ¿crees que son mejores que el agua?
• Te da más energía para hacer ejercicio:
Es recomendable que las mujeres que se ejercitan beban mínimo 2.5 litros de agua al día.
Si estás bien hidratada podrás rendir mejor y estarás más activa, además un buen nivel de agua en tu cuerpo es capaz de poner en movimiento a tus células; tus músculos reciben oxígeno y nutrientes y tu cerebro se concentra en trabajar para lograr su objetivo: bajar de peso.
