Actualmente, hay muchos detractores de los productos lácteos, sobre todo de la leche; y la mayoría de ellos no recomiendan su consumo por la intolerancia a la lactosa, el costo y las (nuevas) alternativas vegetales.
Imagen de: Savon-Du-Bois
Sin embargo, tomar leche aporta grandes beneficios. En primera instancia, los productos lácteos son ricos nutricionalmente: aportan proteínas, vitamina D y minerales como el calcio.
Pero también tiene sus puntos negativos como que su consumo puede causar inflamación a nivel intestinal y no se recomienda para personas con enfermedades autoinmunes o con problemas de la piel.
Otro aspecto es la intolerancia, pero para esta podemos encontrar alternativas que te platicaremos en breve.
Entonces, ¿es malo tomar leche?
Esto depende completamente de la tolerancia. Si sospechamos de que tomar leche no sienta bien a nuestro estómago, lo ideal es suspender el consumo durante un tiempo para ver si hay mejoría.
En el caso de quienes sufren enfermedades autoinmunes y de la piel, lo mejor es reducir el consumo.
Por su parte, el consumo de yogurth y queso siempre es bueno por sus propiedades probióticas. La manera más sana de consumirlos es en yogures naturales o griegos sin azúcar y queso procesado al mínimo.
¿Leche entera, deslactosada o vegetal?
A menos que seas intolerante a la lactosa, lo mejor es consumir los productos enteros. Estos llevan más vitaminas liposolubles y aumentan la sensación de saciedad.
A pesar de ser un alimento con grasa, el consumir leche tiene grandes beneficios a nuestra salud. Incluso llegando a ayudarnos con la pérdida de peso.
La cuestión de las leches vegetales es asunto aparte. Los detractores de la leche de vaca, suelen poner razones éticas contra su consumo: sobreproducción, explotación animal y los antibióticos y hormonas que le ponen al producto final.
Sin embargo, éstas pueden ser una gran alternativa para las personas intolerantes. A pesar de que no tienen las mismas propiedades, solo hay que tener en cuenta algo: que no lleven azúcar añadido y que contengan un porcentaje considerable del producto con el que se realizan.
Leches alternativas para los intolerantes y veganos
Soya: Esta fue la primera leche vegetal en ser producida. Además, es la que más proteínas aporta. Es una gran fuente de calcio y hierro, sin embargo contiene grandes cantidades de azúcares.
Avena: Es baja en grasas, es la que más sensación de saciedad te da y tiene una carga de proteínas elevada.
Almendras: La leche de almendras es baja en grasas saturadas, rica en calcio, vitamina D, potasio y magnesio. No obstante, muchas de éstas pueden tener altas cantidades de azúcar.
Coco: Esta es conocida por sus grasas naturales y por su aporte de energía. La única desventaja es que es la leche vegetal con mayor cantidad de grasas saturadas.
Arroz: Esta puede ser una buena opción en caso de alergias. Además, aporta grandes cantidades de antioxidantes, menos grasas saturadas y menos colesterol.
Por su parte los quesos y yogures, son alimentos hechos a base de leche que contienen probióticos que ayudan a mantener la salud de nuestra flora intestinal, por lo que también podemos incluirlos en nuestra alimentación y obtener beneficios para nuestro bienestar.