En varias ocasiones hemos vivido experiencias sexuales que nos han hecho ponernos mal, tanto que sentimos que algo anda mal con nosotras, sin embargo, esto puede no ser tan grave como imaginamos.
A continuación te presentaremos cinco cosas que suceder mientras tenemos relaciones y que nos apenan, pero que realmente no deberían avergonzarnos ya que no son más que reacciones normales o situaciones provocadas por factores “externos”.
1. Dolor
De acuerdo con un estudio de Obstetrics and Gynecology, se sabe que hasta un tercio de las mujeres sufre algún tipo de dolor durante el sexo. Sin embargo, los motivos pueden ser varios.
Tener dolor durante el sexo podrías ser provocado por alguna infección, pero esa no es la única opción, también el tamaño del miembro de tu pareja o la posición que eligen podría afectar. Incluso podría ser algo más serio.
¿Qué hacer?
Los expertos aconsejan usar lubricante (si sufres de resequedad vaginal), cambies de posición o lo más recomendable visitar al médico ya que si es algo más grave, el podrá darte algún tratamiento o medicamento que te ayudará.
2. Sangrado
Esta es otra de las cosas que termina asustándonos, aunque antes de ponernos paranoicas lo que debemos analizar es cómo sucedió. En ocasiones, la pasión se desboda y no nos damos cuenta de que nuestra pareja está haciéndolo demasiado duro.
Aunque de igual modo, debemos control el uso del lubricante, ya que es común que nos excedemos con este y terminemos lastimando o desgarrado un tejido vaginal.
Sin embargo, el sangrado también puede ser un indicador de una infección bacterial o una enfermedad de transmisión sexual.
¿Qué hacer?
Lo mejor será identificar que pudo provocar el sangrado y reconocer el color de ésta para que el médico sepa con mayor certeza que podría ser por ejemplo:
Si la sangre es oscura, podría ser el residuo de tu último periodo; si es rosada probablemente sea porque tu regla se encuentra por comenzar; sin embargo, la roja brillante puede ser señal de un problema de salud comenta la Dra. Jessica Shepherd, profesora de obstetricia y ginecología de la Universidad de Illinois en Chicago.
3. Gases
Esto es algo de lo más común y de lo que más vergüenza nos da ¿pero por qué sucede?
La Dra. Mónica McHenry Svets, de la Clínica Cleveland, explica que durante la penetración entra aire a la vágina por lo que el movimiento de vaivén hace que la pared trasera de la vagina se contraiga.
Lo mismo puede suceder con las flatulencias ya que como contraemos nuestro estómago, es más fácil que nuestros intestinos los liberen mientras tenemos relaciones.
¿Qué hacer?
Los ejercicios Kegel pueden ayudar; también el sentido del humor, ya que más que un momento vergonzoso puedes tomarlo como algo divertido. Cambiando la posición podrías evitarlo.
Sin embargo si sucede frecuentemente entonces deberías visitar a un terapeuta físico pélvico para asegurarte de que no tengas una disfunción en tus paredes pélvicas.
4. Orina
Esto puede suceder con regularidad, sin embargo, debemos buscar la forma de evitarlo para no sentirnos tan mal.
Para empezar antes de tener relaciones sexuales es importante que vayas al baño y te tomes tu tiempo, es decir, si tienes que hacer tus necesidades (“del uno y del dos”) hazlo, pues no querrás ir en pleno relación ¿no crees?
Pero si fuiste y aun así paso, posiblemente sea porque al tener sexo aplicas más presión sobre tu vejiga, lo que te puede dar la sensación de tener ganas de orinar o que realmente pase.
Aunque si has dado a luz (de forma natural) es probable que puedas sufrir de este problema durante el sexo, ya que la vejiga ha baja un poco más debido al esfuerzo que realizaste en el parto.
¿Qué hacer?
Nuevamente practicar los ejercicios Kegel, tres o cuatro veces a la semana, puede ayudar. Por supuesto, ir antes y después del acto sexual al baño.
5. Llanto
Esta es de las sensaciones que más nos avergüenzan y ni nuestra pareja ni nosotras nos damos cuenta de que pueden ser la expresión de lo bien o mal que la estamos pasando.
Ten presente que los orgasmos tienen poderosas reacciones químicas por lo cual es normal que al momento de liberarse sustancias como la oxcitocina y otras más se produzca el llanto.
Sin embargo, el llanto también puede ser una señal de que algo anda mal y esto puede ser una cuestión emocional o física.
¿Qué hacer?
Si se trata de un llanto provocado por un orgasmo, solo debemos disfrutarlo y explicarle a nuestra pareja que son lágrimas de felicidad. Pero si se trata de algo físico o emocional será mejor hablar con tu pareja para remediarlo.
Así mismo, si consideras que necesitas un terapeuta con experiencia en sexualidad, no dudes en visitarlo, ya que él podrá ayudarte a superar eso que te afecta.
