La dentadura es una de las primeras cosas en la que nos fijamos al momento de conocer o tratar a una persona, es como nuestra carta de presentación, por ello es muy importante estar al pendiente del cuidado de ésta.
Pero, antes que todo, debes saber que una correcta higiene no es garantía para conseguir una dentadura perfectamente blanca.
Si bien nos ayudan a evitar la acumulación de bacterias y las tan odiadas manchas de sarro, el paso del tiempo es implacable y por consiguiente, el esmalte de nuestros dientes va perdiendo su blancura.
Medidas preventivas
Disminuir algunos hábitos como el consumir café, té, vino e incluso fumar, ayuda a prolongar el desgaste del esmalte.
Sin embargo, los tratamientos blanqueadores son los más efectivos: desde banditas blanqueadoras que puedes conseguir en tiendas especializadas, así como tratamientos más complejos y a la vez más efectivos como el blanqueamiento con luz LED que es uno de los métodos más recomendados por los especialistas.
Alimentos que ayudan a cuidar tu dentadura
Hay alimentos que son muy buenos para el cuidado de los dientes tales como el apio, la zanahoria y la manzana, así como los cítricos. Por una parte, las primeras tres cuando se frotan en los dientes ejercen un efecto “lija” que permite limpiarlos, ya que elimina una pequeña medida de placa bacteriana.
Por otro lado, los cítricos ayudan a la cicatrización por lo que son buenos para cuidar la salud de nuestras encías.
Cuidados obligatorios
Los cuidados tradicionales son altamente obligatorios: tan esenciales como el uso de hilo dental para quitar residuos de comida antes de cepillarse, el enjuague bucal y más opcional los cepillos interproximales, los colutorios y el limpiador lingual.
El cepillado correcto
Es recomendable aplicar algunas de estas dos opciones después de comer: si la comida fue a base de alimentos ácidos, es recomendable cepillarse 20 o 30 minutos después, una vez que el pH de la boca haya regresado a la normalidad, de no ser así, lo ideal es cepillarse inmediatamente.
De igual manera, el cepillado nocturno es indispensable, ya que es durante el periodo de sueño que se acumulan más bacterias dentro de nuestras bocas, lo que provocará que estemos más propensos a desarrollar enfermedades tales como gingivitis.
Por último, el mal hábito de masticar cosas sólidas como plásticos, caramelos e incluso nuestras uñas, provoca desde el desgaste de la dentadura hasta la deformación de la mandíbula y la gingivitis.
Es importante comenzar a tener ciertos hábitos en relación con el cuidado de la dentadura y más si los tenemos a nuestro alcance, ésto evitará desgaste, manchado o pérdida de nuestros dientes.
A pesar de seguir estos consejos, es importante visitar al dentista dos veces al año, ya que hay daños que no son notorios a simple vista.