Tener un perro puede ser una tarea difícil. No solo requiere una inversión de dinero en alimentos, cuidados y veterinarios, sino que también mucha atención. Sobre todo si se trata de disciplinarlos para que sean más obedientes.
En esto, tienes 2 opciones: pagar un entrenador o hacerlo por tu cuenta. Si eliges la segunda opción, ten en cuenta los siguientes aspectos:
Tienes que gustarle (más)
Es lo más importante de disciplinar a un perro. Tienes que resultarle más interesante que el resto de su entorno. El problema es que cada vez que salen, miles de cosas acaparan su atención.
Para lograr esto, solo necesitas trabajar muy bien tu relación con él y ofrecerle tiempo de calidad. Para esto, necesitas dedicarte absolutamente a él cuando estén juntos. ¿En casa? No precisamente. Pero si por ejemplo salen de paseo, requiere que te concentres en él.
Es importante no ignorarlo, ya que esto ayudará a que le resultes más interesante que el entorno. Para esto, los expertos dicen que puede ser mínimo media hora al día.
Las emociones de tu perro son lo más importante
Es muy sencillo: si tu perro te hace feliz, él es feliz. Para esto, requiere que lo recompenses. Si cuando hace las cosas bien lo premias, querrá hacerlo de nuevo para alegrarte el día.
Además, premiar a nuestro perro es muy fácil: puedes hacerlo con galletas, juguetes, caricias o incluso con palabras. Solo necesita que se lo hagas notar.
Los perros, no reciben esto de la misma manera que las personas. Por esto mismo debes ser bastante efusiva y mostrar entusiasmo al momento de celebrar sus logros.
Practica en casa
Antes de lograr la obediencia perfecta, debes practicar en casa. Hazlo venir, mantenerlo quieto, que se siente… cuando esté todo controlado, arriésguense a pasar más tiempo fuera.
Si se tarda demasiado en hacer las cosas, no lo regañes. Esto hará que no quiera obedecerte la próxima vez. Lo mejor, es celebrarlo a toda costa.
Otro aspecto, es que des bien las órdenes. No repitas mil veces seguidas “siéntate”, ya que perderá su significado. Lo mejor es esperar unos segundos entre orden y otra, con el fin de que la aprenda mejor.
Pon reglas (y nunca las cambies)
Sencillo: si vas a hacer algo, tiene que ser siempre. Si un día, le das de tu comida porque “no pasa nada”, esto pasará siempre. Lo mismo si le das un baño y lo subes a dormir contigo porque “está limpio”, lo querrá hacer de nuevo lo bañes o no.
Por esto es importante que, si vas a poner reglas en casa, estas deben de ser siempre. No compenses sus logros rompiendo de vez en cuando alguna. Esto sucede porque no puede entender por qué suceden las cosas algunas veces y otras no.
Haz que socialice
Si cuando van por la calle y ve a un niño, no le jales el collar para alejarlo. Si lo haces, tu perro relacionará al niño con un estímulo negativo o una amenaza.
Lo mismo sucede si ve a otros perros o personas. Además, evitará que se torne violento en un futuro.
Un aspecto importante que debes tener en cuenta para su socialización, es su edad. Es necesario que comiencen a socializar entre el mes y los cuatro meses, etapa en la que es necesario que convivan con diferentes entornos.
Si tu perro no socializa en esta etapa, es muy difícil que lo haga cuando sea adulto.
Por último, ten paciencia
La gente suele interpretar el comportamiento de su perro como un criterio humano y tiende a regañar o amonestar por cosas que probablemente no entienda.
Por eso es importante tener mucha paciencia. Si te pasas con la autoridad y los regaños, hará que tu perro se menos introvertido. Un poco de paciencia mejorará por completo su relación.