Para poder rendir en nuestro día a día necesitamos haber tenido un buen descanso y dormir nuestras ocho horas. Sin embargo, por distintas circunstancias muchas personas duermen menos de la mitad de las horas que se requieren.
El insomnio es uno de los problemas que impiden nuestro adecuado descanso y aunque éste puede ser ocasional o crónico, también la forma en como dormimos y con quien dormimos puede afectar nuestro sueño.
Cómo afecta dormir en pareja
Imagen de: El Confidencial
Quienes padecen de insomnio, su pareja puede convertirse en un perjuicio en lugar de una ayuda, ya que ésta en su intento de ayudar a aliviar o mejorar la situación puede empeorar las cosas.
Según sugiere un estudio presentado en el festival de la British Science Association, dormir en camas separadas podría ser bueno para la relación de pareja, pues con regularidad quien no padece el insomnio estimulaban a su pareja involuntariamente conductas contradictorias.
Entre las prácticas recomendadas por la pareja hacía el que padece el insomnio acostarse temprano o levantarse más tarde es de las principales, ya que creen que de este modo podrán recuperar las horas no dormidas.
También recomendar que lean en la cama o vean la televisión, sin importar que esto afecte el sueño del otro; sin embargo, ambas prácticas pueden ser peores y ahuyentar el sueño con mayor intensidad.
Un menor número fomenta la siesta por la tarde y el consumo de cafeína como si fueran prácticas que no afectarán al momento de dormir.
¿Dormir separados ayuda al insomnio?
Imagen de: Kurdost
Tal vez, sin embargo no es un hecho. La pareja puede dormir junta o separada y aun así podría padecerse de insomnio, ya que este trastorno está más ligado a posibles depresiones, estrés laborales, problemas de salud (corazón, respiratorio, estomacal), estrés por el tráfico, tareas pendientes en casa o el trabajo y demás situaciones que afectan el pensamiento y no dejan que se alcance la tranquilidad.
En conclusión…
Se debe analizar y hablar en pareja que es lo mejor para ambos, sin miedo a probar algo diferente y pensando en los beneficios que podría tener para la salud de ambos. Pero tener en mente que si se duerme junto a la pareja y se es feliz y se sienten a gusto, entonces no hace falta cambiar.