El tamiz ortopédico ayuda a detectar displasias en bebés

 

La realización del tamiz ortopédico a los bebés antes de cumplir seis meses de nacidos puede ser la diferencia para detectar la displasia del desarrollo de la cadera, un problema de salud que puede causarles daño en sus funciones o una discapacidad, de modo que la detección oportuna es fundamental para evitar daños, cirugías y secuelas.

El doctor José Antonio Delgado Pérez, ortopedista pediátrico adscrito a la Clínica de Mérida, señala que el tamiz ortopédico es una disposición que está contemplada en la Ley, pues se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 16 de diciembre de 2016, con el objetivo de que a todos los recién nacidos se les practique y se pueda detectar la displasia del desarrollo de la cadera que puede afectar severamente a los niños.

Puntualiza que el Decreto indica que se debe hacer un examen clínico en la primera semana del nacimiento, en el primer mes de edad y a los dos, seis, nueve y 12 meses, así como la toma de un ultrasonido o radiografía anteroposterior de la pelvis entre el primero y cuarto mes de vida.

Enfatiza que estas revisiones y estudios ayudan a una detección temprana del padecimiento antes citado, lo que facilita su manejo.

Prevenir en vez de lamentar

“Hoy en día, debemos ser capaces de reconocer que la medicina curativa, la que empieza una vez que la persona está enferma, ocasiona un mayor grado de complicaciones y riesgos para la salud, la vida y el desarrollo de la persona”, señala.

“Es por eso que en la práctica pediátrica recomendamos que todos los niños y niñas de nuestro país tengan un tamiz ortopédico, que busca e identifica las alteraciones más frecuentes del sistema músculo esquelético, aquellas que causarán un daño en las funciones de nuestros niños o en los peores casos una discapacidad”, señala el galeno.

Dentro de estas alteraciones se incluye aquellas que modifican la conformación de los músculos de las extremidades como la displasia del desarrollo de la cadera.

Dicha enfermedad, si no se diagnostica a tiempo, afecta el correcto desarrollo y formación de la cadera, ocasiona una deformidad articular que limita la función y genera desgaste prematuro (artrosis).

Luxación de cadera

Indica que cuando no hay una detección temprana, o cuando se observa a los cuatro meses de edad esta displasia y no se da manejo, puede ocurrir una luxación de cadera, y se puede dar una presentación tardía del problema, por lo que es importante no sólo detectar la enfermedad sino tratarla.

Precisa que una de cada tres prótesis de cadera se debe a secuelas de esta enfermedad, y un diagnóstico a tiempo podría prevenirlo.

Cuando el diagnóstico es antes de los seis meses de edad el tratamiento se basa en colocar por un tiempo un arnés, que los menores usan por aproximadamente seis semanas, que en el 90% de los casos resuelve el problema.

En aquellos niños en los que el diagnóstico es tardío, muchas veces se detecta hasta que los niños comienzan a caminar, es probable que se requiera de una cirugía para corregir la enfermedad, y aún así hay riesgo de secuelas importantes, como la necesidad a temprana edad de una prótesis.

Factores en contra

Existen múltiples factores que pueden ocasionar la displasia del desarrollo de la cadera como los genéticos, posición del bebé dentro del útero en el embarazo, el sexo, peso y tipo de parto.

“Cualquier bebé puede tener displasia, sin embargo, es más frecuente en niñas —cuatro a uno en relación con los varones— con antecedentes de familiares que hayan tenido la afección, así como un parto de ‘pompas’ (presentación pélvica)”.

La frecuencia de este padecimiento es de entre dos a ocho pacientes por cada mil recién nacidos vivos.

Por ley, todos los niños deberían ser revisados para descartar esta enfermedad, pero la disposición es poco conocida entre los padres e incluso entre los médicos, por ello se busca concienciar sobre el padecimiento para que los pequeños sean evaluados de acuerdo con lo que marca el Decreto aprobado en 2016.

Ultrasonido y radiografía

El doctor José Antonio Delgado manifiesta que el ultrasonido de cadera y la radiografía son los dos métodos que permiten saber si el bebé tiene esta displasia.

Detalla que el ultrasonido de cadera es un estudio de imagen rápido, sencillo y no doloroso, y lo puede realizar un ortopedista pediátrico o un médico especialista en ultrasonido.

La edad ideal para el estudio es entre las cuatro y seis semanas de nacido, pero, puede ser realizado hasta los siete meses de edad.

Con estos sencillos estudios se puede detectar la enfermedad y evitar una cirugía o una discapacidad a largo plazo.

El médico invita a los padres de niños pequeños a acercarse al equipo de pediatría de la Clínica de Mérida, “para que podamos darle a tu bebé la mejor atención y juntos creemos un futuro saludable para su familia”.

Resalta que el manejo es de primer nivel y actualizado en el diagnóstico y tratamiento de ortopedia pediátrica.

Al especialista se le encuentra en el Consultorio 116 de la Clínica de Mérida, Teléfono 9992-28-75-74.— IRIS CEBALLOS ALVARADO / AGENCIA INFORMATIVA MEGAMEDIA