De todos los órganos del cuerpo, la piel es la más versátil y es el único órgano que está directa y constantemente abierto al exterior. La dermis protege de agentes externos tales como el calor, el frío, el aire y las bacterias que se encuentran en el medio ambiente. Además, es impermeable, se repara y lubrica a sí misma. Sin embargo, a pesar de estas ventajas necesita ciertos cuidados especiales.
En ocasiones, al momento de cuidar nuestra piel pensamos que estamos haciendo todo bien, pero existen ciertos errores que la mayoría de personas cometemos en algún momento.
Errores que cometemos al cuidar la piel
1. No quitar el maquillaje antes de dormir
Es uno de los errores que la mayoría de las mujeres hemos cometido. Cuando optamos por no retirarnos el maquillaje y la suciedad que traemos en la cara, la convierte en una de las causas más comunes por las que sale el acné. Eliminar el maquillaje antes de dormir es el primer paso en cualquier rutina de belleza para mantener la buena salud de la piel.
2. No aplicar los productos en el orden correcto
Aplicar los productos en diferente orden no cumplirá con su propósito. Debido a los grandes beneficios de las cremas, se han vuelto parte de nuestra rutina del cuidado facial. Sin embargo, existen alternativas para cada momento, de día y noche, por ejemplo.
Las cremas de día neutralizan los radicales libres, dado que la piel necesita protegerse de los factores ambientales. Mientras que las cremas de noche contribuyen en el proceso de regeneración de la piel. Cada una cumple una función específica y nunca deberías intercambiarlas, sino complementarlas.
3. Exceder la cantidad del producto
Las cremas nutritivas e hidratantes son buenas para nuestra piel porque aporta los elementos necesarios para mantenerla más suave, tonificada, con elasticidad y radiante.
Sin embargo, aplicar más cantidad de producto del que es necesario puede ser contraproducente y en lugar de ayudar, puede dañar tu cutis. Por ello, se sugiere aplicar solo la cantidad que especifica el producto.
4. No dejas que el producto trabaje lo suficiente
Cualquier producto que se coloque en el rostro empieza a hacer efecto entre 6 a 12 semanas. Por lo tanto, debes esperar ese tiempo para notar la diferencia antes de desistir en su uso. Si no le damos el tiempo suficiente no podremos ver sus ventajas y el cutis estará igual. Además, es como tirar dinero a la basura.
5. Limpiar más de lo necesario
Las duchas calientes pueden ser perfectas para encontrar la relajación, pero también perjudica el estado de la piel. Asimismo, la exfoliación excesiva contribuye a despegar las células muertas de la superficie cutánea y al llevarla a cabo todos los días irrita tu cutis. Limpiarse el rostro es bueno, siempre que no lo hagas en exceso. De ambas formas, la dermis se deshidrata, se torna rojiza, áspera y puede sufrir de eccemas e irritaciones graves.
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