Tenemos que hablar de las fotos filtradas de Jennifer Lawrence

Tenemos que hablar sobre las fotos íntimas de Jennifer Lawrence que se filtraron el pasado fin de semana. Tenemos que hablar sobre el problema que hay en nuestra sociedad respecto a estas fotografías. Tenemos que hablar sobre todas las mujeres que han sido víctimas de gente mal intencionada que ha utilizado la web para divulgar fotografías y vídeos íntimos en los que ellas aparecen.

Como feminista declarada, me siento enojada, me siento frustrada, me siento impotente ante esta situación. Y no precisamente porque de nuevo una de mis actrices favoritas ha sido víctima de estas filtraciones, sino por todas las mujeres cuya privacidad ha sido violada una vez que son difundidas las imágenes que ellas creyeron haber sido tomadas para uso íntimo de ellas mismas o de sus parejas.

El pasado 15 de septiembre, se dio a conocer que la italiana Tiziana Cantone se suicidó tras un año de recibir insultos y burlas a causa de un vídeo sexual que su ex pareja se había encargado de difundir vía Whatsapp. Este llegó incluso a ser subido en diversos sitios pornográficos gratuitos.

A raíz de esto, Cantone inició un proceso legal para que el vídeo fuese eliminado de la web; a pesar de que fue así, la corte determinó que la víctima debe devolver a cada sitio un total de 20 mil euros. Esto, más la presión social y las burlas e insultos en el internet, la llevaron al suicidio.

Una situación así le sucedió a Lawrence hace un par de años cuando intentó proteger los derechos de autor y retirar de la web las primeras fotografías filtradas, petición que le fue negada. Respecto a la segunda filtración, ni la actriz ni su equipo de publicidad ha declarado algo al respecto.

Scarlett Johansson tabién fue víctima de estas filtraciones.
Scarlett Johansson tabién fue víctima de estas filtraciones.

Otras actrices han sido víctimas de este tipo de filtraciones: Kate Upton, Emily Ratajkowsky, Ariana Grande, Scarlett Johansson, Leslie Jones, entre otras. Sin embargo, esto no solo afecta a las figuras públicas. Por ejemplo, en la ciudad en la que vivo, hay un sitio web en el que aparecen las fotos y vídeos de mujeres cuyos novios y/o esposos y/o parejas sexuales se han encargado de difundir.

Otras plataformas como Twitter igual han sido usadas con estos fines. Debido a que es una situación en la que cualquiera de nosotras puede verse afectada, me tomé la tarea de platicar con algunas lectoras de CMujer para saber qué pensaban al respecto.

“He escuchado a muchos hombres hablar respecto a los atributos físicos que podamos tener las mujeres, como si solo fuésemos objetos” comentó Karina cuando le cuestioné acerca de cómo considera que es el trato de los hombres respecto a nuestro cuerpo.

Sin embargo al profundizar sobre el tema con Aymé, hizo notar que es una problemática que solo nos afecta a nosotras: “Considero que debería afectarnos a todos ya sea hombre, mujer o niño ya que al filtrarlas o difundirlas no respetamos la privacidad de las personas y su derecho a esta. Las fotografías íntimas son decisión de cada quien ya sea para guardarlas con recelo o compartirlas con nuestra pareja, pero cuando llega a las manos equivocadas comienza el problema”.

¿Realmente los medios reaccionan de la misma manera?
¿Realmente los medios reaccionan de la misma manera?

Considero que en este punto, todas estaríamos de acuerdo con que es una violación a nuestro derecho a la privacidad. Sin embargo, ¿han notado como trata la prensa este tipo de filtraciones cuando se trata de alguien del sexo opuesto? Por ejemplo, Justin Bieber se convirtió en el epítome del ideal máximo de virilidad tras la filtración de sus fotos, o cuando otros señalaron que el miembro de Orlando Bloom por consiguiente es el verdadero motivo por el cual Katy Perry debería sentirse orgullosa.

Mientras esto sucede, medios enfocados al público masculino tildan a Jennifer, Ariana o Scarlett de “juguetonas”, “calientes” e incluso”¡perritas!” por no decir otros términos más misóginos cuando en realidad lo único que hicieron fue ejercer su derecho a disfrutar de su sexualidad y su cuerpo, mismo derecho que todas tenemos.

Lucía por su parte considera que “El encontrarse totalmente expuesto puede afectar al autoestima de la persona, sin embargo en parte la culpa viene por ambas partes. Una por no tomar medidas necesarias o confiar demasiado en la situación y otra por violar la privacidad y el voto de confianza que se le dio”. Efectivamente, nos arriesgamos demasiado, sin embargo, es muy probable que la manera machista con la que trata la sociedad a una mujer víctima de las filtraciones afecte en su autoestima y en la manera en que va a reaccionar a dicha situación.

El acoso, la violencia, las burlas y la presión social pueden llevar a una depresión o incluso a un suicidio tal como en el caso que expusimos al principio. No es lo mismo como trata la sociedad a un hombre cuyas fotografías fueron filtradas que como trata a una mujer ya que nuestra sociedad se ha encargado de satanizar la manera en la que vivimos y disfrutamos nuestra sexualidad.

Yaremi me platicó sobre la “objetivación sexual femenina y la difusión que tienen en las redes sociales y en diversos medios. La forma en la que son presentadas son definitivamente un modo de violencia hacia nosotras y lamentablemente somos nosotras mismas quienes nos sentimos con el derecho de juzgar a otras, cuando en realidad no debería ser así.”

Ya te habíamos platicado sobre la sororidad y nuestro derecho a elegir qué hacer y que no con nuestro cuerpo. Por lo que la mejor solución que nos queda es levantar la voz por nosotras mismas, sea la causa que sea.