Comúnmente, no nos ponemos a pensar ni mucho menos nos damos cuenta de que quizás los juguetes que han elegido nuestros pequeños, no sean los más adecuados para su edad y su salud.
Fijarnos en los materiales con los que están hechos los juguetes que pensamos darles a nuestros niños, es una de las precauciones más importantes a tomar en cuenta, ya que de esa forma podremos cuidar mejor de ellos.
Aunque muchos juguetes dicen no ser tóxicos y muy seguros para los niños, es importante que tú conozcas cuales podrían ser dañinos. Aquí te contaremos de algunos materiales que debes evitar que contenga el juguete que le darás a tu hijo y las recomendaciones a seguir para cuidar de su bienestar.
El plástico:
Aunque casi todos los juguetes están hechos de este material, hay juguetes de un plástico más flexible y duradero y este quizás sea el más peligroso, ya que han usado sustancias químicas nocivas para lograr ese resultado.
¿Qué debes hacer? Al leer la etiqueta de los juguetes que piensas comprar, busca sustancia como cadmio, plomo, mercurio y arsénico y ¡evítalos a toda costa!
Imanes:
Básicamente, debes evitar estos para prevenir futuros accidentes, ya que es común que algunos juguetes contengan pequeños imanes, que podrían salirse y ser ingeridos por el niño.
Lo peligroso de los imanes es que se atraen entre de ellos, a tal grado que pueden atraerse a través de las paredes intestinales. Como consecuencia, podría ocasionar perforaciones, obstrucciones, infecciones y trastornos aún más graves, si no se detectan rápidamente.
Edad recomendada:
Comúnmente no le prestamos atención a esta etiqueta, sin embargo, esta ahí por una razón. Seguir la recomendación de edad evitara accidentes o posibles disgustos del niño al recibir un juguete aburrido o para “bebe”.
Entre las consecuencias de no seguir la indicación estaría que el juguete pueda provocar un accidente como que el niño ingiera alguna pieza o bien, que el juguete lastime o sea muy violento para tu hijo.
Acorde al niño:
Un juguete debe ser compatible con la personalidad y edad del niño, ya que de lo contrario el juguete podría no generará interés, pero si desilusión. Además debemos tomar en cuenta que si el juguete es más avanzado, el niño puede frustrarse; y si es muy básico, se va a aburrir.
Lo más recomendable es elegir uno que tenga el gusto del niño, pero que también lo motive y ayude a desarrollarse.
Que no afecte su visión:
Los niños aprenderán todo lo que le ven, por eso debemos cuidar lo que les decimos y mostramos. A través de los juguetes podemos rectificar algunas ideas, lo correcto es elegir lo que generen pensamientos positivas, con valores y en pro de una educación sin exclusión.
Como madres -y padres- somos responsables del cuidado de nuestros hijos por ello prestarle atención a estos detalles es de suma importancia, ya que como bien mencionamos de esta forma podremos prevenir accidentes y desilusiones.
Recuerda que para los niños un juguete es algo muy especial y esperado, por lo cual elegir uno que además de adecuado, no afecte su integridad física o salud, hará de éste una buena compra y un juguete que a tu niño le encantará.