Una dieta equilibrada, que incluya proteínas, carbohidratos y grasas de diversos alimentos que pueden ser de origen vegetal o animal; más la realización de alguna actividad física, son factores clave para mantener una buena salud.
Proteína para cuidar la salud
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La proteína se puede clasificar por su origen: animal o vegetal; la primera ofrece una calidad mayor y es compatible con el metabolismo humano.
Por su parte, la vegetal requiere ser mezclada con otro tipo de alimentos que aporten proteínas, ya que contiene una menor cantidad de aminoácidos y debe compensar esa deficiencia
Las leguminosas se convierten en la alternativa vegetal pues de ellas se pueden obtener una buena cantidad de proteínas y carbohidratos.
Además están presentes en “el plato del buen comer”, por lo que son un alimento recomendado en la mayoría de las dietas, especialmente en las de personas con algún tipo de régimen vegetariano.
Las leguminosas son un grupo de semillas provenientes de diversas especies de plantas, entre las que se encuentran: alubias, alberjón, chícharo, frijol, garbanzo, gandul, haba, soya y lentejas.
Consumir de todo
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Cuando hablamos de proteínas de origen animal y vegetal se debe aclarar que ambas tienen sus ventajas y desventajas, sin embargo los beneficios y perjuicios que terminen afectan a la salud, dependerán del estilo de vida que lleve la persona y las necesidades del cuerpo.
Por una parte están las ventajas del consumo de proteínas vegetales que son de menor costo que las de origen animal, así como su bajo contenido de hormonas y antibióticos.
Mientras que las proteínas de origen animal se recomiendan para cualquier persona, a excepción de pacientes con problemas renales o con alguna patología que pueda restringir su consumo.
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Entre sus ventajas se encuentra su alto valor biológico, lo cual mejora la absorción de los nutrientes; y, que contienen todos los aminoácidos en su composición sin necesidad de ingerir algún suplemento.
Debes saber que la ingesta diaria proteica puede variar desde 0.8 granos hasta dos kilos, pero eso dependerá de la composición corporal, la biodisponibilidad de absorción y la actividad física, por mencionar algunos factores.
Como recomendación, si quieres conocer el requerimiento de proteína que necesita tu cuerpo, deberás consultar a un Nutriólogo para que pueda decirte la cantidad adecuada y te ayude a mejorar tu alimentación y como consecuencia también se favorezca tu salud.