A veces podemos llegar a confundir un ataque de pánico con uno de ansiedad, ya que los síntomas que se presentan pueden ser muy similares. Sin embargo, es importante reconocer cuáles son las sensaciones que percibes durante el ataque de ansiedad para poder determinar una forma de tratarlo o incluso saber cómo actuar para disminuir la intensidad del episodio.
¿Cómo se siente?
Según especialistas, la ansiedad es un padecimiento que afecta los procesos mentales y produce cierta distorsión de la percepción de la realidad y del entorno de la persona. Cuando alguien está experimentando un episodio de este tipo, comienza a sentir que su frecuencia cardíaca aumenta así como también cierta opresión en el pecho que le impide respirar con normalidad.
Estas sensaciones vienen acompañadas de un sentimiento de miedo extremo, el cual se manifiesta a través de sudoración o escalofríos que pueden llegar a producir náuseas e incluso desmayos.
¿Qué hacer?
Es importante reconocer si el ataque es producido por una ansiedad adaptativa (estado de angustia temporal, ocasionado por una situación estresante), o si viene de una ansiedad patológica donde los síntomas son reconocidos por la respuesta irracional de la persona a su entorno.
Una vez que se logre identificar el tipo de ataque, la persona puede tomar medicamento previamente prescrito por su doctor en caso de que sea una ansiedad diagnosticada como patológica, pero si el episodio es de tipo adaptativo se recomienda hacer lo siguiente:
1. Respiración
Primero intenta que la frecuencia cardíaca disminuya, a través de respiraciones profundas y tranquilas. Con esto el sistema nervioso pueda contrarrestar los niveles de estrés que tu cuerpo está experimentando.
2. Enfócate
Concéntrate en algo que no sea aquella situación que estimuló tu reacción, busca una distracción.
3. Di no a los estimulantes
Evita ingerir cualquier líquido para calmarte. Tomar bebidas como café, refresco o cualquier estimulante puede ser contraproducente, ya que sustancias como la cafeína pueden alterar aún más tu sistema nervioso.
4. Conócete
Estudia tu cuerpo y sus reacciones durante el día, para identificar aquello que produce los ataques. Con mayor conocimiento de ti mismo podrás evitar esos estímulos o trabajar en ellos para enfrentarlos de la mejor manera posible.
5. Medita
Realiza meditaciones al inicio y al final de tu día, para mejorar el control sobre tu respiración, mente y cuerpo en general.