Cambiar algunos hábitos y adquirir otros, es una medida que ayudará a tener una vida más tranquila, sobre todo si éstos nos brindan beneficios que a largo plazo generar ventajas.
Ahorrar es un ejemplo y también una de las medidas que podemos tomar para hacer un cambio positivo y que al cabo de un tiempo traerá varios beneficios, por ello a continuación, te contaremos sobre el Kakebo, un método que te ayudará a transformar tu vida financiera.
Ahorra a través del Kakebo
Un método de ahorro japonés, de hace algún tiempo. La traducción del Kakebo es “libro de cuentas para el ahorro doméstico”, el nombre se debe a que anteriormente, quien se encargaba de las cuentas y el ahorro en la cultura japonesa era la mujer, pero ahora se considerá como un método de ahorro personal muy efectivo.
¿En qué consiste el Kakebo?
En el kakebo haces referencia de tus ingresos (representados por un cerdito) y egresos (representados por un lobo).
Para llevarlo al cabo debes utilizar una libreta donde llevas el control de todos tus gastos de una forma muy simbólica, entretenida y divertida. Deberás dividir en 4 secciones tus gastos: supervivencia; ocio y vicio; cultura y extras.
Esta libreta la puedes encontrar en algunas librerías en línea, sin embargo, no tienes que comprarla, puedes diseñarla tú misma, agregándole los rubros que te mencionamos.
¿Cómo realizo el Kakebo?
Primero deberás anotar los ingresos fijos (sueldo, rentas, etc.) y al total restarle los egresos (plan móvil, luz, agua). El dinero sobrante debe ser designado a un monedero (puedes colocarlo en una alcancía de tu elección). Éste lo registrarás en las cuatro secciones antes mencionadas; cada semana debes anotar acerca de lo que gastas y en qué lo gastas.
Es importante que guardes cada nota de compra para registrarla en tu libreta, si prefieres hacerlo diariamente sería estupendo, así podrás tener un mayor control debido al desglose de cada sección, así también evitarás los gastos innecesarios y los ya conocidos como “gastos hormigas”.
Kakebo te permite establecer objetivos, metas y propósitos, donde conforme avances en la disciplina del ahorro, podrás ir cumpliendo meta tras meta.
Y no te preocupes por el tiempo de cada uno de tus objetivos, ya que tú los estableces, muchos pueden ser fijados a largo plazo como “dejar de gastar dinero en cigarrillos o alcohol” y otros con un menor plazo, como por ejemplo, “ahorrar más en la semana”.
Por último, kakebo te ofrece un diagrama, si cuentas con un dinero extra y piensas gastarlo en algo, pero no estás seguro de hacerlo, el diagrama te cuestiona para saber si es conveniente, o mejor destinarlo al ahorro.
Recuerda no alimentar demasiado al lobo feroz que intenta robarle comida a tu cerdito del ahorro.