Comenzar tu vida laboral es un momento emocionante: primer sueldo, nuevos retos y la ilusión de crecer profesionalmente. Pero también puede traer experiencias difíciles, como enfrentarte a ambientes poco sanos o incluso al mobbing, un tipo de acoso laboral que afecta la confianza y la seguridad personal.
Cuando apenas estás dando tus primeros pasos en el mundo profesional, puede ser complicado distinguir entre una exigencia normal y un trato hostil. Por eso, conocer qué es el mobbing y cómo actuar frente a él es clave para proteger tu bienestar desde el inicio de tu carrera.
¿Qué es el mobbing laboral?
El mobbing ocurre cuando una persona, o varias, ejercen de forma sistemática actitudes de maltrato psicológico contra otra en el trabajo. No se trata de un mal día ni de un jefe exigente, sino de un patrón de conductas hostiles que buscan desestabilizarte.
Ejemplos claros:
- Asignarte tareas imposibles de cumplir.
- Ignorarte en reuniones o proyectos.
- Hacer comentarios humillantes o burlas constantes.
- Desacreditar tus logros frente a otros.
Señales de alerta en tus primeros empleos
Como recién egresada o en tu primer trabajo, es fácil pensar que “así son las cosas” o que tienes que aguantar porque eres nueva. Pero no: hay diferencias entre aprender con exigencia y sufrir acoso.
Pon atención si:
- Te hacen sentir que nada de lo que haces es suficiente.
- Evitan incluirte en equipos o proyectos importantes.
- Notas un ambiente de hostilidad hacia ti, sin motivo claro.
- El estrés laboral comienza a afectar tu descanso o salud física.
Impacto del mobbing en mujeres jóvenes
El mobbing puede dejar una huella más fuerte cuando apenas estás empezando: puede hacerte dudar de tus capacidades, frenar tu crecimiento o incluso llevarte a abandonar un trabajo que parecía prometedor.
En mujeres jóvenes, además, el mobbing puede mezclarse con estereotipos de género (“no sabe porque es mujer”, “seguro está aquí por su apariencia”), lo que incrementa la presión y la vulnerabilidad.
Cómo protegerte desde el inicio
- Confía en tu intuición: si algo no se siente justo, probablemente no lo es.
- Documenta lo que pasa: guarda mensajes, correos o notas de los incidentes.
- Busca aliados: identifica personas de confianza en tu entorno laboral.
- Conoce las políticas de tu empresa: muchas ya cuentan con protocolos de igualdad y no violencia.
- No normalices la violencia: pedir respeto no es falta de humildad, es tu derecho.
Construye una red de apoyo contra el mobbing
Hablar de lo que vives es fundamental. Rodéate de amigas, colegas o mentoras que te escuchen y te ayuden a poner las cosas en perspectiva. A veces, una mirada externa es la clave para identificar lo que tú misma ya intuías.
Además, cada vez hay más redes y comunidades de mujeres profesionales que comparten experiencias y consejos sobre cómo enfrentar situaciones de acoso. No estás sola.
Tu vida laboral apenas comienza, y merece estar libre de violencia y hostigamiento. Reconocer el mobbing y poner límites desde temprano es un acto de autocuidado que marcará la forma en que vives tu carrera profesional.
Recuerda: trabajar con respeto y dignidad no es un privilegio, es un derecho. Cuida tu salud emocional y no permitas que nadie apague la motivación con la que iniciaste tu camino.
Con información de Secretaría del Trabajo, Psicología y Mente y ONU Mujeres.