¿Qué es el “mom shaming” y en qué afecta a las mujeres?

Cuando no podíamos esperar más sobre nuestras desigualdades en la sociedad, en redes sociales se comienza a dar un nuevo tipo de sexismo que consiste en ridiculizar, juzgar y señalar a las madres por la forma en la que educan o tratan a sus hijos en público, es decir, “mom shaming”.

Comentarios tales como: “¿Ya dejaste de darle el pecho? “Qué poca responsabilidad”, “Tu hijo está  llorando y tú sin hacerle ni caso” o “La besa en los labios, qué degenerada” son algunos de los comentarios que inundan las redes sociales de diversas celebridades que se animan a compartir momentos con sus hijos.

Una de las personalidades que ha sido víctima de esto fue la modelo Chrissy Teigen, quien era criticada desde que anunció su embarazo. Todo esto inició cuando anunció en Twitter que junto con su marido, el cantante John Legend, habían elegido el sexo de su bebé porque habían tenido que recurrir a la fecundación in vitro.

Como era de esperarse, las redes se le echaron encima por haber tomado esta decisión tal como le sucedió a Nicole Kidman hace algunos años al declarar que para tener a sus dos últimos hijos recurrió a una madre sustituta.

Los comentarios hacia Chrissy eran tan ofensivos que Legend tuvo que salir en su defensa argumentando: “Qué curioso que no hay dad-shaming”. Cuando los dos salimos a cenar, la vergüenza era de los dos así que no debía recaer solo en Chrissy, “no la repartiremos”.

Con esto, señaló un punto importante que es altamente sexista, ya que cuando se trata de culpar, avergonzar, criticar o acusar de algo malo relacionado con la crianza de los hijos, siempre recae todo sobre la madre.

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Muchas celeridades se han convertido en objeto de críticas: Mila Kunis por amamantar a su hijo en público, Kim Kardashian por darle poca importancia a una pequeña caída de North West, Victoria Beckham por besar a su hija en los labios, Kate Winslet por ignorar a su hijo durante una rabieta…

Pero enfoquémonos en el mundo real, ¿A cuántas les ha pasado? A la mayoría de las mujeres: “Tu hijo apenas tiene 6 meses ¿ya vas a regresar a trabajar?”, “¿Por qué le das leche de fórmula? Apenas va a cumplir un año”, “Los tienes muy malcriados”… ¿Te identificas? En nuestros casos este tipo de críticas vienen de personas cercanas a nosotras que regularmente no comprenden que el método de educación de los hijos concierne únicamente a los padres de este.

Se tiene la creencia de que cuando una mujer tiene un hijo se espera todo de ella, de no conseguirlo es porque no tiene la suficiente fortaleza o valentía. Pero, ¿por qué no hacer lo mismo con los padres? Porque entre sus ventajas en una sociedad machista, se encuentra que nadie se meta con la manera en la que ellos críen a sus hijos, aunque la paternidad está repartida entre ambos progenitores.

La responsabilidad de la crianza de los hijos debe venir por partes iguales ya que, tener un hijo es una decisión que se toma en pareja. Es momento de salir de nuestras cuevas y dejar de criticar estos patrones y respetar las decisiones que cada mujer –y hombre- tenga respecto a la educación de sus hijos.

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