No es sorpresa para nadie que las bebidas azucaradas son productos que casi no tienen ningún aporte nutricional, pero sí grandes cantidades de azúcar, por lo que su consumo constante podrían afectar la salud de los niños. Checa cuáles son los daños que pueden causarles y cómo es que reacciona su cuerpo a la hora de consumir este tipo de productos tan dañinos.
¿Qué consecuencias tienen las bebidas azucaradas en los niños?
1.- Que los pequeños ingieran grandes cantidades de bebidas azucaradas puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
2.- El consumo de bebidas azucaradas está altamente asociado con el aumento de peso y la obesidad.
3.- Las niñas que beben una o más bebidas azucaradas todos los días duplican el riesgo de desarrollar diabetes.
4.- El riesgo de que un niño sea obeso aumenta en 60% con cada bebida azucarada adicional consumida diariamente.
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5.- Los niños que toman bebidas azucaradas casi duplican el riesgo de sufrir caries dentales.
6.- Los refrescos no tienen ningún valor nutricional, más bien aportan calorías vacías que reemplazan a las de los alimentos más nutritivos. Un refresco de 570 ml contiene el equivalente a 12 cucharadas de azúcar.
7.- Hay investigaciones que vinculan los colorantes artificiales de los refrescos con la hiperactividad infantil, e incluso con algunos tipos de cáncer.
8.- Las opciones sin azúcar no son mejores, pues el aspartame que contienen es potencialmente nocivo para niños menores de 3 años en quienes puede producir pérdida de la visión, trastornos cerebrales, inflamación del páncreas y del corazón.
Efectos en el cuerpo de un niño cuando ingiere bebidas azucaradas
En los primeros 10 minutos
El cuerpo recibe el equivalente a 12 cucharaditas de azúcar, lo que es el 100 por ciento de los requerimientos de un adulto. No vomitan por tal cantidad de dulce gracias a que el ácido fosfórico corta el sabor y la náusea. Una cantidad así de azúcar en un niño aumenta su probabilidad de ser obeso con cada lata de refresco.
A los 20 minutos
El azúcar en exceso provoca un pico de insulina. El hígado tampoco puede con tanto dulce y entonces la convierte en grasa. Esto genera un problema conocido como resistencia a la insulina que coexiste con la obesidad, la diabetes tipo 2.
A los 40 minutos
La cafeína se absorbe, Las pupilas se dilatan, la presión arterial aumenta, el corazón se acelera y el cerebro responde bloqueando el sueño. Ante todo esto, el hígado vierte más azúcar en la sangre. Un exceso de cafeína puede provocar en los niños intranquilidad, dolor de cabeza o estomacal, insomnio y falta de concentración.
A los 45 minutos
Viene una sensación placentera porque el cuerpo produce más dopamina, que estimula los centros de placer del cerebro. Es el mismo efecto que produce la heroína.
Después de una hora
Por la orina se desecha magnesio, zinc, calcio, potasio, sodio y agua, sustancias que el cuerpo pudo haber utilizado para nutrir especialmente los huesos. Conforme el organismo desecha, viene un “bajón” de azúcar que le hace sentir irritable y desganado.
*Con información de: Boston Public Health Commission