Pasos para abandonar una relación tóxica

La mayoría de los malos hábitos que adquirimos podemos borrarlos al darnos cuenta del daño que nos ocasionan, sin embargo, no todo lo que es tóxico en nuestra vida podemos dejarlo tan fácil.

Un claro ejemplo de esto podría ser cuando tenemos en nuestra vida a alguien que es más tóxica que benéfica, y a pesar de saberlo, muchas veces no sabemos cómo alejarnos o dejarlos.

“Detox emocional”

Esto es lo que plantea Silvia Olmedo en su libro “Detox emocional: Cómo sacar de tu vida lo que te impide ser feliz” (Editorial Planeta, 2016).

A lo largo de él, Olmedo señala que el proceso para eliminar a esa persona de nuestras vidas se puede tornar bastante complicado, ya que no solo implica nuestra voluntad y decisión, sino el respeto de esta persona hacia nosotros.

¿Cómo saber si necesito un “Detox emocional”?

Entre los síntomas que puedes tener si te encuentras en este tipo de relaciones son: sensación de malestar, tristeza, falta de libertad, el sentir que alguien o algo tiene un exceso de control sobre tu vida o sentimientos de miedo, culpa, ansiedad y depresión.

Es importante señalar, que no únicamente se refiere al aspecto amoroso, sino también al familiar, social o laboral. Esto sucede porque las personas más cercanas a nosotros son las que más nos influyen emocionalmente.

En su obra, también señala que no siempre se puede sacar completamente de nuestra vida una persona o un ambiente tóxico, aunque podemos aprender a poner límites que minimizaran el daño que nos causan.

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Entre los pasos para librarnos de estas clases de relaciones, el libro destaca los siguientes:

Identifica quién es el tóxico emocional.

 Según de dónde provenga el mal, dependerá su influencia en nosotros y podremos saber cómo abordarla.

Averigua qué busca de ti:

En la mayoría de los casos, la gente actúa con un objetivo. Para saber cómo interactuar con estas personas, entender su forma de actuar y lo que hay por debajo. Conocer esos detalles te ayudará a saber cómo actuar en consecuencia.

Determina el daño que te es ocasionado:

Tenemos que enfocarnos en nosotros y nuestros síntomas, para así recuperar nuestro autocontrol.

Encuentra cuáles son sus debilidades:

Enfrentar a estas personas significa que también hay que conocerlas, por lo que el hecho de que sea una persona cercana ayuda bastante.

No demuestres cuál es tu vulnerabilidad:

Si esa persona actúa como actúa contigo, es porque se lo permites al darle a conocer tu punto débil, o en el peor de los casos tu modo de actuar en una situación determinada, le ayuda a tener el control sobre ti.

Pon límites:

Una vez que entendemos lo que nos ocurre, los motivos, las causas y quién nos lo ocasiona, sólo queda trabajar para bloquear esa toxicidad.

Es importante aprender a poner límites, puedes iniciar aprendiendo a cerrar tus puertas sentimentales y establecer una distancia emocional para así evitar mayor daño.

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