Pensamientos erróneos que tenemos de la quincena

La gran mayoría esperamos con ansías la quincena, porque nos guste o no, ese glorioso día podremos volver a gastar y endeudarnos otra vez -es un hecho que lo haremos-. Sin embargo, este “modo de vida” que muchas hemos adoptado es una de las cosas que simplemente ya no podemos seguir manteniendo.

Existen mil razones por las cuales está mal vivir así, pero hoy no te hablaremos de ello, más bien te ayudaremos a reflexionar y a cambiar de pensamiento.

Ahora te haremos ver con mayor claridad esos pensamientos o conceptos erróneos que tienes de la quincena, para que analices lo mal que estás y porque ya no puedes seguir así,

Si deseas vivir sin preocupaciones o problemas económicos, continua leyendo…

1. Quincena, igual a ¿quince días?

Lo lógico es que el dinero que recibes cada 15, te dure quince días, sin embargo, muchas de nosotras a penas hemos pasado 3 días y ya no tenemos casi nada.

Podemos entender que ese pago pueda no ser suficiente para el gasto de 15 días, aunque es ahí donde debes mejorar tu plan, es decir, ajustar tus gastos a un presupuesto o ampliar un poco más el dinero destinado para “sobrevivir” y no gastar más de él.

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2. Tu tarjeta de crédito es dinero extra

Tenemos la mala costumbre de pensar que si se nos acaba el dinero de la quincena podemos utilizar la tarjeta de crédito, pero ¡No debes!

Usar la tarjeta solo significa más deudas, ya que la otra quincena o dentro de unos meses -además de los gastos de siempre- tendremos que pagar los acumulados en la tarjeta y nuevamente el dinero se nos ira en deudas.

Recuerda que el dinero que está en la tarjeta de crédito es dinero prestado, y que este préstamo sale más caro.

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3. La quincena es el día oficial para gastar sin pensar

Honestamente es lo que hacemos cada quincena; compramos de todo sin pensar en nada más que satisfacer nuestros antojos, caprichos o “necesidad”.

Es justo que después de largas semanas de trabajo nos consintamos un poquito, pero no tienes por qué excederte.

Tenemos que aprender a controlar ese impulso de gastar sin pensar en las consecuencias, y empezar a pensar en cuánto nos afectará nuestro presupuesto, cuanto aumentará nuestra deuda o que tan necesario es lo  que queremos comprar

Siempre pregúntate ¿realmente lo necesitó?

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4. La quincena se reduce a gastos y deudas.

La sola idea de pensar en ahorrar nos parece una burla ¡Ok, válido!

Quizás no tenemos el súper sueldazo como para pensar en ahorra, pero por ello ¿vamos a vivir solo para gastar y endeudarnos?

¡Absolutamente no! Así sea lo mínimo todas podemos ahorrar, lo único que necesitamos es un motivador, un sueño o una meta que nos impulse a querer ir por más.

Establece un objetivo por el cual intentarlo, o acaso ¿prefieres tomar café todos los días de tu cafetería favorita en lugar de tomarlo aunque sea una vez en París, New York o Italia?

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Cambiar nuestros pensamientos y hábitos sobre la quincena, es una mejor forma de vivir y conseguir cosas mejores. Haz un presupuesto y planea tus finanzas para que puedas vivir de forma más tranquila y feliz.

Como recomendación, deja de mortificarte cada quincena sobre cuánto debes de cada cosa y mejor ponle solución. Analiza cuánto y cómo puedes pagarlo para poder ahorrar y cumplir algún sueño.

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