Una personalidad agradable es la clave de nuestras relaciones

La mayoría de las personas, nos preocupamos demasiado por nuestra imagen. En ocasiones, gastamos demasiado en ropa, tratamientos, peluquería con el fin de conseguir una de dos cosas: proyectar una imagen para agradar a los demás o agradarnos a nosotros mismos.

Por alguna razón, para conseguir alguna de las dos cosas, nos concentramos en aspectos meramente físicos. Esto sin ponernos a pensar si tenemos una personalidad agradable o que influya en la percepción que existe sobre nuestra persona.

Debemos tener en cuenta que, nunca vamos a caerle bien a todo mundo. Por consiguiente, no debemos cambiar para la aceptación de los demás. Mucho menos caer en el “yo soy como soy” como si nuestra personalidad fuera obligada. Debemos encontrar nuestro bienestar, madurar y crecer para mejorar nuestras relaciones con los demás. Sin embargo, la relación que debe ser prioridad es con nosotros mismos.

personalidad agradable (3)

La relación con nosotros mismos: la clave de una personalidad agradable

Con el paso de los años, lo único que queda de nosotros es lo que somos, no lo que aparentamos. La personalidad es lo que se mantiene y, en ese sentido, deberíamos cuidarla y trabajarla. Centrarse meramente en el aspecto físico, puede resultar muy peligroso.

Por eso, es importante estar conscientes de la importancia de la madurez. Debemos asumirla como un proceso de crecimiento personal y encontrar los efectos positivos que tiene para ofrecernos.

De hecho, muchos de los conflictos familiares, laborales y de pareja a los que nos enfrentamos, son consecuencias de nuestra relación con nosotros mismos. De hecho, estos se dan principalmente a causa del nivel de satisfacción que tenemos con nuestra personalidad.

Otro aspecto que tenemos que considerar, es la sensación de que no estamos bien aunque nos vaya bien. Esto se debe a la ausencia de la capacidad de crecimiento personal, algo que le da sentido y plenitud a nuestras vidas.

personalidad agradable (1)

El reto de mejorar nuestra personalidad

Trabajar para conseguir una personalidad agradable, no debería representar un mayor esfuerzo. Muchos especialistas dicen que es más difícil tomar la decisión de hacerlo, en lugar de llevarla a cabo. Y sucede que, en realidad es algo bastante sencillo: si no me siento bien con mi persona, necesito desarrollar una actitud más sana hacia mí y mi entorno.

De hecho, el proceso de cambiar nuestra personalidad es enriquecedor. Esto es en parte porque recibimos emociones positivas de las personas con las que tratamos. Lo mejor de cambiar nuestra personalidad, es observar y analizar nuestras emociones, lo que nos ayudará a saberlas manejar.

También es importante, reconocer nuestros puntos débiles y mejorarlos. Esta mejora se consigue sacando partido a nuestras fortalezas.