¿Cuántas veces no has escuchado que la manteca de cerdo es dañina para la salud? La manteca de cerdo es la grasa del animal que se encuentra en buen estado sanitario. Su color es blanco, de un olor débil, insípida y de textura granulosa. Conoce aquí más de las propiedades que dicho producto contiene y checa si es bueno o malo para nuestra salud
Cualidades de la manteca de cerdo
La mejor grasa se obtiene de la panceta; la de menor calidad es de la espalda y del estómago. Dentro de sus beneficios podemos encontrar que es rica en vitamina D, contiene entre 500 y 1000 UI de la vitamina por cada cucharada. Uno de los porcentajes más elevados de alimentos que contienen dicha vitamina. También es rica en ácido oleico, una grasa que se asocia en contra de la depresión y en ciertos tipos de cánceres.
Contiene fósforo, que ayuda a que la mente se encuentre alerta y mejore la memoria. una de las cualidades de esta grasa es que tiene un punto de humo alto. Es decir, soporta altas temperaturas y evita que los ácidos grasos se oxiden. Lo que quiere decir, que no es tan dañina como otros aceites, por ejemplo el de uva, que tiene un punto de humo muy bajo por lo que permite que los ácidos grasos se oxiden y causen daños a la salud.
La manteca no cambia su estructura química con el calor, ni a altas temperaturas, por lo tanto, no es tan nociva como otras grasas; sin embargo, se debe moderar su consumo pues todo alimento en exceso es nocivo para el organismo.
Recomendaciones sobre el consumo de la manteca de cerdo
En caso de que la consumas diariamente debes saber que su aporte calórico es muy elevado. Por cada 100 gramos de manteca de cerdo obtendrás 900 calorías, casi la mitad que necesita un hombre adulto, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, el 99% de la manteca de cerdo son grasas, de las cuales cerca del 40% son saturadas y un 50% son monoinsaturadas.
Es recomendable que las personas que tienen problemas de colesterol, bajen la ingesta porque contiene cerca de 90 mg de colesterol. En realidad, lo mejor que puedes hacer es evitar un consumo diario o frecuente, principalmente si la usas para freír comida procesada. Evita reutilizarla, y si ves que se encuentra quemada deséchala.
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