¿Quiere más que tu amistad? ¡Descúbrelo!

Algo innegable y que a todas nos ha sucedido en al menos una ocasión es que uno de nuestros amigos más cercanos confiese que lleva mucho tiempo enamorado de nosotras (o viceversa).

Y aquí hay una de dos: que, como en las películas románticas resulte que también tenemos interés en él o que se vuelva un entorno lo suficientemente incómodo para alguno de los dos o para la amistad.

Para nuestra fortuna y para evitar que caigamos en una situación similar, Leslie Baxter de la Universidad Lewis y Clark de Portland, Oregon, y William Wilmot de la Universidad de Montana, Missoula realizaron un estudio en el que preguntaron a una muestra de personas sobre sus relaciones con el sexo opuesto, en específico, cuáles eran las técnicas que esas personas usaban cuando querían averiguar si una persona cercana, podía tener interés romántico en ellos.

Se obtuvieron más de 150 respuestas y la mayoría eran bastante similares, por lo que concluyeron que hay 7 maneras para descubrir la verdad.

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La resistencia: En esta, la persona enamorada pone a prueba a la otra con trucos como pedir ayuda o forzar situaciones que inviten a decir algún piropo o realzar sus cualidades.

Triangulación: Esta es muy utilizada cuando la relación ha pasado ya del plano platónico; es lo suficientemente sencilla pues solo hay que aplicar el “tres son multitud”. Y no te estamos hablando de un triángulo amoroso –o sexual- sino de invitar a una tercera persona a citas o encuentros para probar la reacción de tu amigo y ver si realmente no le interesa que estés con otro.

Contacto corporal y bromas: Esta prueba es bastante obvia, si bromea sobre sentimientos intensos hacia ti o si empieza a decirte que esta enamorado de ti, pero todo es “juego” y “broma”, podría no ser tan divertido y más real de lo que parece. Incluso es más obvio cuando búsqueda el contacto físico contigo: quizás un abrazo o que te pase la mano en la cintura.

Poner distancia para acercarte a alguien: Esta es una técnica bastante confusa, solo requiere la separación física de la persona para conocer los verdaderos sentimientos, aunque es una de las más arriesgadas ya que a veces, funciona. Algunos de los participantes del estudio decían que la separación física era una manera de comprobar si eso que sentían era amor verdadero. Esta es una de las pruebas más arriesgadas ya que muchos serían capaz de cruzar un océano para estar con “su amiga”, probando de esta forma que sus sentimientos son lo suficientemente fuertes como para limitarse a una amistad.

A corazón abierto: Probablemente la prueba más sincera, ya que consiste en preguntar de manera franca al otro qué siente o bien hablar de tus propios sentimientos con sinceridad para que el otro se involucre.

Información privilegiada: Una de las más utilizadas y la más infantil, ya que consiste en preguntar a las amistades en común si saben o intuyen algo.

La encerrona: Consiste en dar una bomba de información personal –relaciones pasadas, actuales, entre otras- para saber cuál es su reacción, si se avergüenza, se enoja o le es indiferente. La mayoría de los estudiados incluso presentaban a una persona haciéndose pasar por su pareja en turno para ver la reacción del otro.

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