Consejos para reducir el estrés cuando eres mamá primeriza

 

Bien sabemos que reducir el estrés cuando eres mamá es un reto muy difícil sin embargo, cuando se es mamá primeriza suele ser aún mucho más complejo, puesto que la llegada de un bebé es una prueba a nivel hormonal, físico, emocional y psicológico.

Este remolino de emociones puede traer consigo consecuencias para ti y el pequeño, pues no estás en tu mejor forma para hacerte cargo de él. Por eso es tan importante que te cuides todavía más durante los primeros meses. En esta ocasión traemos para ti los siguientes consejos para estresarte menos en tu primera experiencia como madre.

Aprovecha dormir cuando tu bebé está tomando una siesta.-Foto de OK Chicas

1. Duerme y descansa el tiempo que puedas

Como bien sabemos, el sueño es la forma natural que tiene nuestro cuerpo de recuperarse y mantenerse en funcionamiento. Es por eso que tienes que tratar de dormir tan cada vez que puedas, aunque sean solo 20 minutos.

Si no logras conciliar el sueño, el simple hecho de cerrar los ojos y respirar profundamente te hará sentir mejor y más relajada. En caso de que tu bebé no te deje dormir durante la noche, intenta hacerlo cuando tome una siesta durante la tarde.

2. Aliméntate saludablemente

Otro de los consejos para reducir el estrés cuando eres mamá primeriza es que evites cualquier sustancia que pueda alterar tus patrones de sueño como la cafeína y el alcohol. Trata de evitar también la comida chatarra, ya que provoca cambios rápidos en el nivel de azúcar en la sangre y aumenta la ansiedad.

Mantente siempre activa.–Foto de infobae.cpm

3. Haz ejercicio y mantente activa

Caminar de 20 a 30 minutos, dos o tres días a la semana te ayudará a bajar tu nivel de estrés. Recuerda que el ejercicio o cualquier actividad que te mantenga en movimiento como yoga, pilates, entre otras, te ayudará tanto mental como físicamente.

4. Encuentra tiempo para ti misma 

No te olvides nunca de que tu bienestar y salud son una prioridad, así que un baño al final del día, tiempo para leer un libro o ver una película de vez en cuando son pequeños “regalos” de gran valor para tu salud emocional, te harán sentir más feliz, tranquila, relajada y eso también se reflejará en el cuidado que le das a tu bebé.

Si pides ayuda, no eres una mala madre.-Foto de Nueva Mujer

5. Si lo necesitas, pide ayuda

Aprovecha a los familiares y amigos que están dispuestos a brindarte su ayuda, sobre todo a tu mamá. Si no tienes esa posibilidad, puedes contratar a alguien para que te apoye algunos días a la semana. Acepta la ayuda de la gente a tu alrededor y verás cómo se aligera la carga por unas horas; ten siempre en mente que pedir consejos, tips y ayuda no te hace mala madre. 

 

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