Actualmente, la “Shopping terapia” es un método que se usa para mejorar el estado de ánimo o para olvidarse de un mal rato, sin embargo, esta práctica es más perjudicial que benéfica.
Porque esta actividad no es más que un efecto placebo, que en lugar de “curar” nuestro mal, nos hace dependientes a una práctica que más adelante, resulta perjudicial para nuestra economía y emociones.
Así es, la “Shopping terapia” puede afectarnos emocionalmente, ya que al momento de realizarla no pensamos en las consecuencias, lo que provoca que después de que pasa “el efecto”, nos demos cuenta de que fue una mala idea y terminamos sintiéndonos peor.
Por tales razones, ahora te hablaremos de los motivos para no caer en el la “Shopping terapia”.
Eliminar una práctica milenaria
Aunque parezca un método nuevo, esta práctica fue descrita como el mejor placebo de la medicina alternativa allá por los años 80. Por lo cual podríamos decir que es una mal hábito que nos han inculcado y que debemos erradicar ya.
Adquirir cosas innecesarias
Es una práctica que se especializa en la compra de aquello que no necesitamos, y aunque muchas veces nos justificamos con frases como “lo usare pronto, lo iba a comprar desde el año pasado, siempre quise tenerlo”… Muy en el fondo sabemos que no era una compra sin la cual no podríamos vivir.
Sumar emociones negativas
Cuando nos damos cuenta de lo que hicimos, el efecto posterior es la depresión o el enfado, lo que a su vez logra el incremento de nuestro malestar y la pérdida de control de nuestro ser, por lo cual vamos sumando emociones negativas que podrían llevarnos a la depresión.
Más deudas innecesarias
Quizás sea esta la razón más válida para no caer en la práctica de la “Shopping terapia”, ya que principalmente afecta nuestra economía. Muchas veces utilizamos dinero que no tenemos o que estaba destinado para otra cosa que sí nos hacen falta, en el peor de los casos, utilizamos dinero de servicios básicos ¿Notas lo mal que esta?
¿Qué hacer para no caer en la Shopping Terapia?
El autocontrol: De este modo podremos evitar que nuestras emociones actúen por nosotras y terminemos haciendo cosas que afectan más nuestra vida.
Cuestiónate: Sabemos que estas mal anímica y emocionalmente, pero aún así puedes por unos minutos preguntarte: ¿Realmente quiero comprar eso? ¿Voy gastar mi dinero -que con esfuerzo gano- en eso? ¿Esa compra me dejará más pobre? ¿Es lo que necesito para sentir mejor?
Paga en efectivo: Cuando pagamos con billetes, éstos adquieren más valor y provocan más reacciones que el pasar una tarjeta, por ello pagar en efectivo te hará sentir más incómoda y te costará más.
Es bien sabido que le damos más valor a los billetes que a una tarjeta.
