Si tú eres una mujer primeriza en la cuestión del uso de tarjetas de débito o crédito, debes tener en cuenta que el uso de tu tarjeta no sólo se reduce a compras y pagos. Desde el momento en que la recibes debes tener ciertos cuidados.
Algunas recomendaciones que podrían ser de mucha ayuda o que podrías tomar en cuenta para un mejor uso de tus tarjetas, te las presentamos aquí. Con estos prácticos tips podrías estar un poco más segura al momento de usar tus tarjetas.
- Al recibir tu tarjeta, asegúrate de que el sobre no esté abierto; posteriormente, cumple con las medidas de protección indicadas adentro: Firma de inmediato tu tarjeta.
- No prestes tu tarjeta, ni permitas que otras personas la usen en tu nombre. No proporciones información de tu plástico a terceros ni a empresas que no sean reconocidas o de prestigio. De esta forma evitarás robos, plagios y demás problemas.
- Guarda tus comprobantes de operación; por lo menos hasta que recibas tus estados de cuenta por cualquier posible aclaración.
- Asegúrate de tener una tarjeta con chip. Las instituciones financieras están migrando a plásticos de chip como una obligación impuesta por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, esto con el fin de reducir las prácticas fraudulentas.
- Antes de hacer un retiro, revisa que el cajero automático; verifica si este no cuente con dispositivos extraños en el lector de tarjetas, que no haya cámaras ocultas y de preferencia tapa con tu mano el teclado a la hora de capturar tu NIP.
- Ten mucho cuidado con tu NIP. Nunca lo apuntes en tu tarjeta o lo guardes en un lugar muy visible en tu cartera. No crees contraseñas con la fecha de tu cumpleaños o números consecutivos.
- Procura no perder de vista tu tarjeta al realizar pagos en comercios. Pide que la transacción se realice siempre en tu presencia y cuando te regresen la tarjeta verifica que sea la tuya. Es importante que no te distraigas; algunas falsas terminales son del tamaño de la palma de la mano.
- Revisa qué protección tiene tu tarjeta. Algunos bancos han implementado los seguros contra fraudes en tarjetas de crédito y débito. En la mayoría de los casos se trata de un beneficio adicional que la institución ofrece gratuitamente y en otros tiene un costo.
