Las plantas suculentas son de las más sencillas de cuidar pues no requieren de demasiadas atenciones, sin embargo se necesita ser preciso con ellas, porque de lo contario estaríamos provocando su pronto deterioro o en el peor de los casos su muerte.
Para cuidar de una suculenta no necesitamos ser todos unos expertos, pero si se requiere que seamos muy observadores, ya que la misma planta emite signos que nos pueden indicar que tan bien o mal está y, qué es lo que necesita.
Las hojas marchitas no siempre representan algo malo
Imagen de: Revista Paula
Quienes no somos expertos en jardinería podemos pensar que al ver las hojas marchitas, seguramente nuestra planta se está muriendo.
Sin embargo, debemos recordar que al igual que el resto de las plantas, en el proceso de crecimiento de las suculentas, se van cayendo las hojas viejas y se da paso a la obtención de nuevas hojas.
Pero igual puede suceder que las hojas de la planta, en el inferior, se caigan. No debes preocuparte ya que es algo normal.
Así como tú también puedes arrancar las hojas que se ponen feas o se estropean; pero debes tirar de ella con cuidado y no forzar la planta al arrancarlas, ya que de hacerlo podrías dañar las raíces.
¿Hojas arrugadas o secas? Quizás necesite más riego
Entre los cuidados vitales para una suculenta se encuentran el riego, un buen sustrato y la luz solar, sin embargo, el riego es el que se convierte en un constante problema ya que a diferencia de otras plantas este debe ser abundante, pero no constante.
Cuando hay una falta de éste, las hojas nuevamente nos indicarán que algo anda mal. En este caso las hojas superiores de la planta se arrugan o se secan. Una pronta solución podría ser regar tu suculenta con más agua. Aunque si la planta se ha secado mucho, no conseguirás reanimarla.
Manchas negras en el tallo pueden ser producidas por exceso de agua
Imagen de: SerTox
El agua que debe recibir tu suculenta es vital, pero no debemos olvidar que se trata de una planta diferente a la demás, pues el exceso de agua, podría enfermar a tu planta o asfixiar las raíces y matarla.
Si tu planta ha recibido un exceso de agua, verifica si tiene un buen drenaje, para poder absorber mejor y más rápido el agua. Quizás sea necesario cambiar la tierra. Hasta que no esté seca la tierra y el sustrato, no vuelvas a regar.
Tu suculenta también te indicara que tanto daño se ha producido, por ejemplo, si en el tallo se ven manchas negras, con seguridad tu planta se está pudriendo; para ello habrá que cortar la parte superior de la planta y trasplantarla.
*Consejo: Antes de trasplantar tu suculenta asegúrate de quitar cualquier zona con manchas negras. Déjala un par de días en un lugar donde le dé la luz del sol pero no de forma directa (recuerda que hay que eliminar el exceso de agua que seguramente tiene almacenado en su interior).