Para mantener viva la atención de las personas, cada sector industrial en este mundo necesita periódicamente cosas nuevas. Los juegos en línea no están exentos de esta regla, un mercado que siempre ha gozado de una gran popularidad entre los consumidores, pero que, sin embargo, debe mirar proactivamente hacia el futuro.
Las compañías pioneras de los juegos de azar en línea han estado buscando durante algún tiempo ingresar a un mercado, el de las transmisiones, algo que podría ser muy rentable. Los primeros resultados ya han llegado, incluso si en este momento estamos hablando de un mercado que representa una nueva frontera y cuyo potencial aún no está completamente explorado.
Juegos en línea y transmisiones: ¿una combinación ganadora?
Toda empresa tiene que establecer objetivos. La industria de los juegos en línea claramente tiene sus propias actividades. El juego siempre ha tenido un gran encanto y un fuerte control sobre las personas. Sin embargo, incluso estas compañías necesitan conquistar nuevas cuotas de mercado. Internet ha traído un número infinito de servicios a los hogares de las personas, algunos ahora se convierten en una necesidad primaria, otros destinados exclusivamente al entretenimiento. En la segunda categoría ciertamente encontramos los de transmisión, donde gigantes como Netflix o Youtube son los que dominan el mercado.
La gente pasa gran parte de su tiempo libre viendo el último video musical de su cantante favorito, en lugar de un episodio de la serie de televisión actual. De hecho, las horas que el navegador promedio toma para este tipo de actividad en el transcurso de un año son muchas. Es precisamente en esta situación que las grandes compañías de juegos en línea han estado tratando de encajar durante mucho tiempo.
Juegos en línea: la introducción de los streamers de tragamonedas
Obviamente, el propósito de los grandes casinos no es competir con la programación de los grandes monstruos de transmisión como Netflix y Youtube. Como se explica en Slotjava, los casinos en vivo nunca reemplazarán la transmisión tradicional, a menos que haya revoluciones de época. Sin embargo, un objetivo más asequible es poder transferir al menos una parte del tiempo que las personas dedican a los servicios tradicionales ofrecidos en estas plataformas, hacia su programación.
El razonamiento detrás de este desafío es bastante básico. Sitios como Facebook live, Twitch o YouTube Live, realizan una función social y retienen a las personas dentro de ellos, aunque no físicamente, incluso después del final de que finalizan su sesión. Esto sucede porque estas plataformas tienen un poder agregativo para sus suscriptores. Por lo tanto, el objetivo es mantener a los jugadores “mentalmente”, incluso cuando no están en su fase de apuestas activas. De ahí el nacimiento de un nuevo tipo de usuario: el streamer de tragamonedas.
Transmisión de juegos: un fenómeno internacional
Con una rápida evolución hasta convertirse en un fenómeno internacional, el ritmo de crecimiento fue bastante corto para los streamers. Muchas casas de software han producido juegos de casino especialmente empaquetados para empresas de juegos de todo el mundo, ofreciendo los mismos títulos y el mismo tipo de experiencia de juego para jugadores mexicanos, en lugar de ingleses o japoneses. De esta manera, todos los usuarios encuentran los mismos problemas y se hacen las mismas preguntas, sin tener en cuenta el origen. Precisamente por esta razón, algunos streamers de Twitch y Youtube, con su fama, han cruzado las fronteras del país al que pertenecen.
¿Qué hace un streamer de tragamonedas?
Simple: comparte su sesión de juego, luego transmite en vivo, tratando de ganar un premio mayor en lugar de cualquier otra figura. Como se explicó anteriormente, lo que mantiene a los usuarios pegados a la pantalla es la membresía en una comunidad, una condición que también podemos encontrar en las redes sociales de hoy. Para comprender mejor la situación, solo lea los diversos comentarios colocados debajo de los videos de los streamers de tragamonedas, todos destinados a animar. Estamos seguros de que el fenómeno está destinado a crecer aún más.