El uso de dispositivos de retención para niños como por ejemplo las sillas de coche, es exigido por las normas de de tránsito en nuestro país, pero aún genera muchas dudas en los padres. ¿Qué modelo usar? ¿Cuándo hay que renovarlo? ¿Se usa solo en viajes largos? ¿Puedo reutilizarla con mi segundo hijo/a? Aquí te mostramos algunas recomendaciones y consejos sobre este aparato de seguridad que todos los padres deberían saber a la hora de adquirir uno.
Recomendaciones para el uso de la silla de niños
Durante el primer año y hasta los cuatro, los niños deben viajar en la silla de coche. La obligación de la norma se aplica para todos los trayectos, ya sea para viajar hasta la esquina o a otra ciudad. No importan las distancias, los niños deben viajar con un dispositivo de seguridad y en el asiento trasero del vehículo.
Después de los cuatro años o cuando se tenga una altura de 1.45 metros y un peso superior a 36 kilos, los niños deben usar un asiento de elevación o “booster”; independientemente de cual sea el dispositivo que utilices para viajar con los pequeños, es importante que prestes atención a todos los detalles que pudieran pasar desapercibidos.
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No se deben reutilizar las sillas de seguridad después de un accidente
Los dispositivos de retención para niños son como cascos de motocicleta: después de un accidente, deben ser cambiados por otros aunque no tengan ningún daño externo o el golpe no haya sido tan fuerte, pues el equipo puede tener grietas internas que perjudican su eficiencia y por ende, su uso.
Evitar los asientos de coche ya usados
Las sillas para coche no son baratas, sin embargo, son una inversión que no debe dejarse de lado. Si encuentras una más económica que ya esté usada o un familiar te ofrece una que ya no necesita, debes saber que este error puede poner en riesgo la vida de tu hijo. El motivo para no aceptar o comprar asientos de coche de segunda mano es que sus especificaciones pueden estar superadas.
Incluso al adquirir una nueva en la tienda, es importante estar atento a su año de fabricación. Una silla de más de seis años no debe usarse porque posiblemente fue elaborada con otros patrones de rendimiento. Afortunadamente las tecnologías cambian y se incorporan nuevas mejoras para proteger a los niños.