Si de higiene se trata, es importante mirar a detalle los productos que utilizamos para evitar posibles contagios de enfermedades bacterianas, pero sobre todo, para prevenir que esos productos no tengan un efecto negativo a largo plazo.
Los jabones por ejemplo son de los productos a los cuales debemos prestarles mucha atención, investigar, comparar y no dejarnos llevar por la publicidad, ni lo que se dice de uno u otro producto de higiene.
Sobre todo por la frecuente comparación que se hace entre los jabones antibacteriales y regulares (de tocador), que a su vez, generan preguntas como, si alguno de los dos aporta más beneficios al cuidado de la salud, con cuál se evitan las enfermedades o cuál es mejor para el uso diario…
Por todas esas cuestiones es importante saber qué tanta diferencia hay entre estos jabones y que tanto aportan al cuidado de la salud.
No hay diferencia
Especialistas a través de un estudio, expusieron 20 cepas bacterianas en placas de Petri durante 20 segundos a 22°C con el fin de estimular las condiciones típicas de un adulto al lavarse las manos.
También las bacterias fueron extendidas en las manos de los voluntarios del estudio, que posteriormente se las lavaron durante 30 segundos utilizando unos un jabón regular y otros uno antibacterial y agua tibia.
El resultado…
El jabón antibacterial (que contiene triclosán) no fue más efectivo que el jabón regular con respecto a la reducción de la contaminación bacteriana, es decir, no eliminó más bacterias que el jabón de tocador; ambos limpiaron, pero sin remover los agentes infecciosos.
Tienen las mismas probabilidades de contagiar alguna enfermedad
Otros estudios han demostrado que las personas que utilizan un jabón antibacterial en comparación con uno regular, tienen las mismas probabilidades de enfermarse, ya sea de tos, dolor de garganta, vómito, diarrea, gripe, entre otros padecimientos.
Pero la falta de efectividad del jabón antibacterial con estas enfermedades es debido a que la mayoría de esos síntomas en realidad son causados por un virus que no pueden ser matados por el antibacterial. Y lo mismo sucede con enfermedades como vómito y la diarrea (causados por bacterias).
En resumen -y después de lo señalado por los especialistas- podemos concluir que los jabones antibacteriales son completamente innecesarios para el propósito de eliminar las bacterias.
Y que además no ofrecen ningún beneficio adicional en comparación con un jabón regular, por lo que usar uno regular no está mal ni mucho menos nos protege menos, en ambos no hay mayor protección contra las bacterias.
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