A las mujeres nos pueden tachar de inseguras, indecisas y no saber lo que queremos, pero cuando se trata de una mala relación somos nosotras las que decidimos poner punto final a esa situación.
Irónicamente somos las que sufrimos más, pero de igual forma, está comprobado que de las malas experiencias, las mujeres aprendemos y podemos crecer en cuanto a las relaciones amorosas, a diferencia de los hombres que comúnmente pueden seguir adelante y “sin ningún problema”, sin embargo, son esas rupturas que los dejan marcados.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Binghamton y la Universidad College de Londres, las mujeres son más sensibles que los hombres, pero a pesar de ello, cuando se trata de una mala relación, son ellas las que deciden poner el punto final a todo aquello que les puede hacer daño.
Para identificar esta circunstancia, el estudio realizó una encuesta en 5.705 hombres y mujeres de 96 países diferentes -cuya edad promedio era de 27 años-. Las preguntas incluían cuestionamientos sobre si habían tenido una ruptura, qué tan grave fue, cuánto tiempo se tardaron en superarla, entre otras preguntas más.
Como era previsible, casi todos los participantes habían padecido al menos una ruptura y como era de suponerse las mujeres tendían a ser más propensas a rupturas dolorosas.
“Ellas reportan niveles significativamente más altos en las condiciones y respuestas emocionales en comparación con los hombres”, afirma el estudio. Y añade que las consecuencias más visibles eran “el miedo al futuro” y “la pérdida o ganancia de peso” en la relación.
Sin embargo, el punto más significativo que dio a conocer la investigación fue que 7 de cada 10 mujeres son quienes terminan con sus parejas. La razón: ellas pueden identificar con más facilidad la falta de comunicación (la causa más frecuente de las rupturas) sin contar que piensan más sobre el futuro de la relación.
