El emotivo discurso de despedida de Michelle Obama

“Si trabajas duro, si obtienes una buena educación, todo es posible, de eso es lo que se trata el sueño americano”.

No existe la menor duda de que Michelle Obama es la mujer más querida de los Estados Unidos. En los 8 años en los que su esposo, el presidente Barack Obama estuvo al mando del país, la Primera Dama dedicó mucho de su labor para visibilizar algunos problemas a los que se enfrentaban muchos jóvenes en materia de educación.

Los programas de Michelle Obama tenían como propósito el aumento de las tasas de graduación de estudiantes en los diversos institutos de Estados Unidos, así como mayor demanda en las Universidades.

Este viernes, se organizó en la Casa Blanca un evento público en la que los Obama aprovecharon para dar un discurso de despedida. Y sin duda, como ya ha de estar acostumbrado el Presidente, fueron las emotivas palabras de Michelle las que se volvieron virales -y con justa razón-.

Invitó a los jóvenes a no temer a su futuro y defendió los valores por los que ha luchado desde que Barack subió al poder: “La diversidad no es una amenaza, es lo que somos”.

“Si nuestros padres o ustedes son inmigrantes, deben saber que forman parte de la misma tradición que ha hecho este país tan grande. Nunca dejen que nadie les haga creer que no tienen un lugar en nuestra historia”.

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“No tengan miedo, sigan concentrados, decididos, tengan esperanza. Recuerden que ninguno de nuestros derechos vino de la nada, deben hacer todo lo posible para proteger lo que han heredado”, añadió en referencia a las políticas que Donald Trump planea instaurar.

“Cuando atraviesen dificultades y piensen en rendirse, recuerden algo que nos ha ayudado a Barack y a mí durante todos estos años: Creer en el poder de la esperanza. Eso nos ha ayudado a superar todas las palabras de división, ira y miedo a las que nos hemos enfrentado en nuestras propias vidas”, añadió en los últimos momentos del discurso.

“Esa es la esperanza de hombres como mi papá, que trabajaba todos los días en la planta de agua de la ciudad con la esperanza de que algún día, sus hijos fueran a la universidad y tuvieran oportunidades con las que él nunca soñó”.

Al final, prometió seguir luchando por los derechos de las próximas generaciones de ciudadanos, obviamente haciendo énfasis en la educación, que ha sido base en gran parte de sus discursos: “Seguiré a su lado. La mejor educación posible para que podáis pensar críticamente y expresaros con claridad. Así podréis convertiros en la fuerza más positiva que empuje a vuestras comunidades”.

Y con lágrimas en los ojos señaló: “Este es el mensaje de esperanza que deberían compartir los políticos. Ha sido un honor haber servido a los ciudadanos en los últimos ocho años. Espero que se sientan orgullosos de mí”.