Las plantas suculentas son de las pocas plantas que no necesitan grandes cuidados, pero sí de un buen riego y un sustrato adecuado para que puedan crecer sanas y se desarrollen bien.
De igual modo, el cuidado de las suculentas puede resultar aún más sencillo si se utiliza un sustrato con nutrientes y partículas apropiadas.
Con regularidad adquirimos un sustrato que fácilmente compramos en alguna tienda, sin embargo, debemos fijarnos en la composición de éste para evitar matar poco a poco nuestra suculenta.
El sustrato perfecto
Aunque es posible encontrar un sustrato adecuado en tiendas especializadas, el precio de éstos puede ser caro. Sin embargo, tenemos la opción de prepararlo nosotros mismos con la ventaja de agregar los componentes necesarios y la cantidad adecuada.
Entre los elementos que debe tener una mezcla para preparar un buen sustrato están la materia orgánica (que bien puede ser sustrato universal bien molido) o humus de lombriz, arena de río (no de playa porque lleva salitre), arena gruesa o grava muy fina que permita que el sustrato esté ventilado y, hay quienes añaden perlita que retiene algo de agua y facilita el enraizamiento.
También podrías preparlo de la siguiente manera: En cantidades iguales tierra de tu jardín, arena y musgo (puedes sustituir el musgo por una mezcla de sustrato universal y perlita a partes iguales).
Lo recomendable es que, un sustrato tenga partículas de tamaño relativamente grande mezclado con algo de materia orgánica, podrías usar arcilla o grava de a 1 cm, en la base para drenar de manera adecuada.