Cuando estamos embarazadas muchas preguntas nos vienen a la mente; ¿qué nombre le pondremos?, ¿a quién se parecerá?, ¿heredara el carácter de su papá?, y muchas cuestiones más podríamos seguir mencionando, pero entre todas esas hay una que podría ser la más importante y la que todo el mundo se hace: ¿es niña o niño?
Actualmente después de algunos meses ya se puede saber el sexo del bebé, sin embargo, ha habido ocasiones en los que a pesar de realizarse un ultrasonido, el resultado es distinto y la sorpresa para los papás es aún mucho más grande.
Aunque las personas que nos rodean también entran en juego al momento de descubrir el sexo del bebé y, a través de algunos ritos o “características” que posee nuestra pancita es como intentan darnos una respuesta “casi segura” de si será niña o niño.
Por si eso no fuera poco ahora hay quienes aseguran que se puede saber el sexo del bebé dependiendo de lo que la mamá coma. Pero ¿hay algo de verdad en estos mitos urbanos? ¡Claro que no! Aunque muchas culturas y sociedades hayan definido distintos métodos para predecir el género del bebé, no existe evidencia científica que los respalde.
Recuerda que cada embarazo es único y es parcialmente el reflejo de las circunstancias que lo rodean, además de que todas las mujeres somos diferentes y podemos tener síntomas similares más no iguales pues nuestra alimentación, hábitos y demás es lo que realmente influye en nuestro comportamiento durante el embarazo.