Existe un dicho muy popular que señala: “Cada persona es un mundo”. Sin embargo, conforme vamos socializando nos damos cuenta que hay muchos comportamientos que se repiten.
Al menos así lo creen científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), quienes realizaron un estudio y concluyeron que el 90% de la población se puede clasificar en cuatro tipos de personalidad: optimistas, pesimistas, de confianza y envidiosos.
Este estudio se trata de una clasificación basada en el comportamiento social de una persona, sobre todo cuando se trata de cooperar o trabajar en equipo.
Los especialistas se basaron en la “Teoría de los Juegos”, que es una manera matemática en la que se abordan situaciones en las que dos o más personas tienen que tomar decisiones que afectan a todo un grupo.
Esta idea se basa en que todas las personas conocen las consecuencias de sus decisiones y que van a actuar según su propio interés. Para llevar a cabo este estudio, se analizaron las respuestas de 541 voluntarios para cientos de dilemas sociales. Y según las conclusiones existen 4 grupos:
- Los envidiosos: son aquellos que cuando interaccionan con otra persona prefieren ganar menos, si con ello se aseguran ganar más que la otra persona. Es decir, que son capaces de boicotear el trabajo.
- Los optimistas: son aquellos que van a por la máxima ganancia y suponen que la decisión del otro va a ser la que les permita conseguirlo. De este modo, dan por sentado que será el otro que hará todo el trabajo.
- Los pesimistas: son los que piensan que el otro va a perjudicarlos, por lo que se esforzarán en sacar el trabajo, pensando que no lo hará el otro. Además, no están dispuestos a asumir ninguna clase de riesgo.
- Los confiados: son quienes toman la decisión que dará un mejor resultado para todos –a pesar de que no sea el mejor para ellos-.
Al analizar los resultados, también se dieron cuenta que el 20% de las personas respondía a un perfil optimista, un 20% al perfil pesimista, otro 20% a las personas confiadas y el 30% a los envidiosos. El resto, no respondía a los patrones establecidos ya que sus respuestas parecían escogidas al azar.
